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El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En el turno correspondiente al Comité del Partido Demócrata Cristiano, tiene la palabra el Diputado señor Andrés Aylwin.
El señor AYLWIN (don Andrés).-
Señor Presidente, hace muy pocos días se dio a la publicidad una novela cuyo autor, don Guillermo Rodríguez Morales, es un preso político: "Haceldama. Campo de sangre". Es una novela de más de 300 páginas, prologada por la señora Danielle Mitterrand.
En muchos aspectos es una obra literaria de bastante valor. Aclaro que no se trata de un libro sobre presos políticos ni tampoco tiene carácter político con alegaciones de esa índole. Se trata simplemente de un libro escrito por una persona que §n su calidad de preso político, ha convivido largamente con los presos comunes. Como consecuencia de ello, la novela relata la dramática existencia de estos seres humanos en las cárceles chilenas. Reitero que es un libro muy bien escrito, con gran realismo, que constituye un antecedente documental de la mayor importancia para quienes quieran conocer la realidad de nuestras cárceles.
Hay dos hechos muy importantes en la vida de Guillermo Rodríguez. El primero., que fue criado por su abuelo, obrero, que quedó ciego antes de cumplir los treinta años. Esto convirtió al abuelo y al nieto en mendigos, en el sector de la Estación Central. Sin embargo, este abuelo tenía una gran afición por la literatura. Su nieto le sirvió de lazarillo y le leía los libros de los grandes clásicos, que solían encontrar en la calle San Diego o les prestaban, en particular.
Se trata de un autodidacto. Empieza de la nada, de la mendicidad, y llega a convertirse, con el tiempo, en un verdadero escritor.
El otro hecho importante en la vida de Guillermo Rodríguez es el intento de envenenamiento de que fue víctima. A raíz de esto, estuvo durante un año y medio entre la vida y la muerte. Sólo con la ayuda del Gobierno de Francia pudo seguir los tratamientos más o menos adecuados, pero quedó parcialmente privado de su voz. Esta circunstancia lo llevó a una vida más introvertida; lo acercó más a la literatura, y, en definitiva incidió determinantemente para que escribiera "Haceldama, Campo de Sangre", impactante y conmovedor.
Si me refiero a esto en la Cámara es porque, en alguna medida, debemos destacar esfuerzos tan notables realizados por personas anónimas, y, además, porque no obstante que al lanzamiento del libro fueron invitados los canales de televisión, la prensa, en general, este hecho significativo fue prácticamente ignorado por la mayor parte de los medios de comunicación.
El libro logra adentramos en el mundo cruel de las cárceles, en las que se nutre de sangre, muerte, vilezas, explotación, miseria, degradación y, también, de grandes solidaridades. A la crueldad del drama humano se suman la sordidez del entorno material ruinoso, nauseabundo, miserable, donde las ratas conviven con los hombres.
Como culminación de todo, un extraño imán constituido por realidades jurídicas, sociales y culturales, hace que quienes penetran en ese infierno, quedan casi inexorablemente atados a él para siempre, hasta el extremo de que, normalmente, el hombre liberado vuelve a la cárcel, al poco tiempo.
"Haceldama" es un documento testimonial, que constituirá un instrumento de trabajo indispensable para conocer la realidad interna de nuestras cárceles, para que la sociedad, en su conjunto -no sólo los jueces, especialistas, legisladores o gobernantes-, asuma su responsabilidad frente a ese especie de infierno que nos presenta el autor.
Tratándose de vivencias tan impactantes como las descritas por Guillermo Rodríguez y correspondiendo ellas rigurosamente a una realidad novelesca por sí misma, no necesita el autor recurrir a la imaginación para impresionar al lector. No obstante, éste se aparta a veces de lo meramente narrativo para penetrar en abstracciones o expresiones simbólicas que levantan la obra y la hacen trascender al nivel de profundidad y belleza propia de las grandes creaciones literarias.
Dice, por ejemplo: "Es la propia cárcel la que mata. Ella misma es un animal vivo, que tiene cerebro, espina dorsal, que se alimenta y resuella. Es un ser monstruoso que nos tiene controlados, que no respeta vivos, giles, políticos, pacos, sapos, visitas, nada. Somos todos piezas de un plan concebido por este monstruo y nadie tiene la culpa. Por eso las flores del magnolio de óvalo son cada vez más rojas. Porque este monstruo que nació, quién sabe cuando va creciendo con cada dolor, con cada llanto, con cada muerte. Se alimenta de los pensamientos de rencor que andan por el aíre, de las traiciones, de todo eso y forma como un plan, como una obra de teatro en que cada uno de nosotros tiene un papel que actuar.".
Y más adelante: "Las ondas del monstruo andan por el aire, en las rejas, en los barrotes, en las alcantarillas que domina el guarén blanco que todos conocen y terminan apoderándose del timón de la vida que cada persona tiene.".
Dijimos, al comenzar, que muy niño Guillermo Rodríguez fue capaz de convertir el dolor de la ceguera de su abuelo en entretención, belleza, cultura. Ahora, preso por años, torturado, a punto de morir por envenenamiento y privado parcialmente de su voz por ello, es capaz de escribir un libro en que no existe una palabra de odio ni venganza, sino el simple propósito de hacer verdad sobre una cruda realidad que debe conmover nuestras conciencias.
Dramática enseñanza: sobreviviente de un acto de maldad en que murieron dos presos comunes, privado parcialmente de su voz, hoy, a través de este libro, es la voz que se alza potente para denunciar la dramática crueldad en que viven centenares de hombres, compañeros de quienes murieron a su lado, incapaces de dar a conocer el dolor, la crueldad y la agonía en que viven.
En esta forma el autor se convierte en voz de quienes, sumidos en la crueldad de una cárcel, no pueden expresarse y, testigo de esa realidad, nos llama a tomar conciencia de un problema social, humano y profundo que todos debemos asumir.
Señor Presidente, dado el ejemplo que, en mi concepto, constituye esta creación literaria, pido que, en mi nombre, se dirija una felicitación al autor, pues es un hecho realmente conmovedor que un hombre en estas circunstancias sea capaz de escribir un libro tan profundo y que, en gran medida, impactará profundamente a nuestra sociedad.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Se procederá en la forma solicitada por Su Señoría.
El señor YUNGE.-
En nombre de la Democracia Cristiana.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En nombre de la bancada demócrata-cristiana.
"
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