. . . . . . . " El se\u00F1or SABAG.- \nSe\u00F1or Presidente, quiero continuar mi exposici\u00F3n de los fundamentos de mi voto en la acusaci\u00F3n deducida en contra del Ministro de Transportes y Telecomunicaciones, don Germ\u00E1n Correa D\u00EDaz, que no pude terminar por haberse acabado mi tiempo. \nSe dice que es necesario restablecer el Derecho y la legalidad, para lo cual se requiere dotar a la autoridad pertinente de las facultades restrictivas correspondientes. As\u00ED lo ha entendido el Gobierno, y por eso ha remitido a esta C\u00E1mara un proyecto de ley que reemplaza completamente el T\u00EDtulo VII de la ley N\u00B0 18.168, de 1982, que se refiere a las infracciones y sanciones a la Ley General de Telecomunicaciones. En \u00E9l se concede acci\u00F3n p\u00FAblica para denunciar los delitos que definidamente establecen; asimismo, se faculta al Ministro para aplicar multas, confiscar los equipos e instalaciones y aplicar penas de presidio menor en cualquiera de sus grados a quienes cometan determinados delitos o faltas. \nEn el presente y sin lugar a dudas, la radiodifusi\u00F3n constituye el m\u00E1s masivo de todos los medios de comunicaci\u00F3n social. En nuestro pa\u00EDs, pr\u00E1cticamente no existe hogar que no cuente con un aparato de radio, lo que se ve facilitado por los niveles de desarrollo del pa\u00EDs y por el creciente acceso a los beneficios del mismo que van adquiriendo los diferentes sectores sociales. \nJunto con ello, el n\u00FAmero de radioemisoras ha aumentado considerablemente, alcanzando niveles mundiales de ciudades con las m\u00E1s altas tasas de radiodifusores por habitante. \nEl impresionante desarrollo tecnol\u00F3gico ha tenido tambi\u00E9n como resultado el reciente surgimiento de un verdadero fen\u00F3meno social: el de radioemisoras de muy baja potencia, al alcance de cualquiera y cuya instalaci\u00F3n es sumamente simple. \nAl surgir y proliferar esta peque\u00F1as radioemisoras que operan sin autorizaci\u00F3n, la autoridad tiene la obligaci\u00F3n de sancionarlas lo que ha venido a demostrar lo inadecuado de la normativa existente, concebida para un sujeto jur\u00EDdico de infracci\u00F3n, diferente del nacido con la aparici\u00F3n de estas radios ilegales. \nEl problema de detectarlas, de averiguar el lugar preciso desde d\u00F3nde transmiten y de identificar a sus responsables, presenta significativas dificultades t\u00E9cnicas y pr\u00E1cticas. \nEn efecto, el Gobierno est\u00E1 implementando un complejo sistema para detectar estas radioemisoras ilegales, gracias a la donaci\u00F3n efectuada por el gobierno japon\u00E9s de un equipo de radiogoniometr\u00EDa. Sin embargo, al Ministerio le faltan los recursos para poner en marcha este moderno sistema, pues necesita dotar un veh\u00EDculo especial que complete el sistema triangular absolutamente necesario para su operaci\u00F3n. Los recursos que se necesitan ascienden a 2 millones 50 mil d\u00F3lares. \nPara enfrentar esta nueva realidad, el Gobierno prepara diversas iniciativas legislativas de telecomunicaciones, en proyectos que ir\u00E1n llegando a esta C\u00E1mara, despu\u00E9s de ser analizados y estudiados por todos los sectores interesados. \nPor lo tanto, tenemos muy claro que el se\u00F1or Ministro no ha infringido la Constituci\u00F3n y las leyes y mucho menos las ha dejado sin ejecuci\u00F3n. Por esa misma raz\u00F3n, la mayor\u00EDa de la C\u00E1mara rechaz\u00F3 la acusaci\u00F3n constitucional. \nHe dicho. \n " . .