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En el primer lugar del Orden del Día, corresponde ocuparse en el proyecto de ley que modifica la Ley N° 18.314, sobre conductas terroristas y su penalidad.
Las modificaciones del Senado, impresas en los boletines N°s. 2-07 y 3-07, figuran en los N° 5 y 6 de los Documentos de la Cuenta de la sesión 15° de 27 de noviembre de 1990.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Hago presente a la Sala que se encuentra presente el Ministro de Justicia, señor Francisco Cumplido , cuyo nombre se ha dado a los proyectos que trata a continuación la Cámara.
Ofrezco la palabra.
El señor MOLINA .-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor MOLINA .-
Señor Presidente, en primer lugar, informo que, cumpliendo el mandato que unánimemente me entregó la Honorable Cámara en el sentido de sostener las "leyes Cumplido" ante el Senado, participé en las reuniones de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento y en la Sala, en toda la discusión de las leyes que protegen en mejor forma los derechos de las personas y la ley sobre conductas terroristas.
Creo haber cumplido responsablemente ese encargo, aunque las "leyes Cumplido" que vuelven del Senado, después de un intenso debate, no son las mismas que nosotros enviamos. El Senado rechazó numerosos artículos del proyecto, modificó otros y eliminó disposiciones transitorias que esta Corporación aprobara, en unos casos por unanimidad y, en otros, por mayoría.
Si hacemos un balance objetivo, debemos concluir que se ha perdido una gran parte de los avances legislativos que aprobáramos para proteger mejor los derechos de las personas, asegurando las garantías del debido proceso y una penalidad proporcional a los delitos, fuertemente agravada durante el régimen autoritario.
Las ideas matrices que inspiraron los proyectos buscaban, además, adecuar nuestra legislación a los tratados internacionales vigentes, garantizando las reglas que permiten a las personas un justo y racional procesamiento en toda circunstancia.
Esta adecuación hacía indispensable restringir el ámbito de acción de la justicia militar sobre los civiles, -competencia que en los años pasados fue llevada a márgenes intolerables para un estado de derecho- y deslindar, con la máxima precisión, los delitos contra la seguridad del Estado de aquéllos tipificados por la ley de Control de Armas y de Conductas terroristas, puesto que la confusión creada deliberadamente en la legislación dictada por el régimen militar, hacía posible una mezcla de delitos y de acumulación de penalidades que tendían a desproteger hasta tal punto los derechos de los inculpados que éstos, por lo general, terminaban atrapados en procesos interminables o en sentencias aberrantes.
Desafortunadamente, el Senado rechazó las proposiciones más fundamentales del proyecto, tendientes a restablecer, en su plenitud, reglas de competencia que garantizan un debido proceso.
Respecto del Código de Justicia Militar, el Senado se pronuncia por la competencia impropia de la justicia castrense para juzgar a los civiles. La exagerada y abusiva tuición que éstos ejercen sobre la sociedad civil permanece, en gran parte, prácticamente incólume. El Senado no aceptó las reformas propuestas por esta Cámara, luego de un arduo debate, para adecuar el ámbito de la justicia militar a la nueva realidad democrática que vive el país.
El mismo retroceso se produce respecto de la Ley de Seguridad Interior del Estado cuando los delitos son cometidos por civiles, conjuntamente con militares.
En la Ley de Control de Armas, salvo excepciones, el Senado sigue el mismo criterio.
La mayoría de esta Cámara introdujo modificaciones a la penalidad de los delitos configurados en las leyes especiales sobre Seguridad Interior, Ley de Control de Armas y sobre Conductas Terroristas, tratando de restablecer criterios de proporcionalidad que se habían quebrantado gravemente en el pasado.
El Senado las mantiene en su mayoría, a pesar de ciertos absurdos que se producen en muchos casos, además de las descoordinaciones entre tales leyes, en cuanto a la penalidad.
El intento de reformar la composición de las Cortes Marciales también naufragó en las votaciones del Senado.
En este aspecto, señor Presidente, las "leyes Cumplido" han sido derrotadas. Los Senadores designados inclinaron la balanza en favor del sistema de competencias militares, el que, a mi juicio, es contradictorio con una sociedad democrática. Pero, en otros aspectos, también de gran trascendencia, el Senado ha coincidido con el criterio de la Cámara, sosteniendo las ideas matrices del proyecto e, incluso, perfeccionándolas. Así ocurre con el concepto de guerra y las agravantes consiguientes, restringiéndolas sólo a la guerra externa.
Se aprobó la eliminación de los desprestigiados fiscales ad hoc de la justicia militar y se aceptaron los perfeccionamientos procesales en favor de los enjuiciados por la justicia militar. Asimismo, el Senado aceptó en su totalidad, e incluso mejoró, algunas modificaciones introducidas a los Códigos Penal y de Procedimiento Penal, en favor de las personas detenidas, garantizando, además, el derecho a la libertad provisional.
Este es un balance positivo y un adelanto, que saludamos como un paso importante, para desmontar instituciones autoritarias, a fin de reemplazarlas por otras democráticas.
Las disposiciones incluidas en el articulado transitorio, que tenían por objeto resolver la situación de los denominados presos políticos, y que, tras largos y meditados debates esta Honorable Corporación aprobó por mayoría, fueron literalmente "barridas" en el Senado. En este punto, vemos una grave discrepancia entre quienes, por mayoría, tratamos de solucionar este angustiante problema, que no es indiferente al proceso de reconciliación nacional en que estamos empeñados. Sin embargo, los partidos políticos de la Concertación y Renovación Nacional han salido al paso de esta "impasse", y, en un patriótico gesto que los enaltece, han logrado un acuerdo político que pondrá fin al encarcelamiento, a los largos procesos y a los abusos cometidos por una justicia militar que actuó como juez y parte, para mantenerlos bajo su control.
No es del caso entrar en detalles respecto de este acuerdo, pero vincula a nuestra bancada, y seremos leales a nuestro compromiso, llevándolo a la práctica legislativa, con el mayor esmero.
Habríamos deseado mantener nuestros criterios en la Sala de la Honorable Cámara y perseverar en aquellas reformas que nos parecen indispensables para desarticular un sistema gravemente represivo para las libertades ciudadanas; pero no podremos hacerlo, porque la libertad de los presos políticos nos parece un imperativo ético, más urgente que nuestro propósito de continuar este debate legislativo. Sin embargo, no abandonaremos nuestra voluntad de restablecer las instituciones jurídicas democráticas que garantizan la dignidad de las personas y sus derechos humanos. Seguiremos proponiendo reformas inspiradas en esos valores, los que, en forma incompleta, se han logrado imponer en las "leyes Cumplido".
No nos desanima el hecho de no haber logrado en plenitud todos nuestros objetivos. Es el precio de la democracia, pero tenemos la voluntad de seguir buscando acuerdos graduales, para conseguir la realización del Derecho y el logro de la justicia en nuestro país.
Saludamos a los Diputados que se comprometieron a fondo por mejorar y profundizar los derechos de las personas, y particularmente a los de Renovación Nacional, quienes, en una actitud patriótica, concordaron con nosotros para que, en una fórmula política que nos parece adecuada y eficiente, logremos la libertad de las personas que hoy están encarceladas.
He dicho.
El señor CHADWICK .-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor CHADWICK .-
Señor Presidente, creo que las llamadas "leyes Cumplido" han sufrido una serie de variaciones, durante su tramitación legislativa, desde el envío del proyecto por el Ejecutivo hasta hoy día, cuando nos vemos enfrentados a analizar y votar el proyecto con las modificaciones del Senado.
Considero necesario recordar cuáles eran los aspectos fundamentales que contemplaba el proyecto del Ejecutivo. Esencialmente, las llamadas "leyes Cumplido", cuando llegaron a la Cámara de Diputados, se centraban en tres aspectos. En primer lugar, en una importante rebaja a la penalidad de una serie de delitos establecidos en la ley antiterrorista, en la Ley de Seguridad Interior del Estado y en la Ley de Control de Armas. En segundo término, en un cambio sustancial de la justicia militar, tanto en lo que se refiere a la composición de los tribunales militares, como en cuanto a la competencia que le otorgan las leyes correspondientes.
Por último, el proyecto del Ejecutivo tenía como tercer pilar una serie de disposiciones transitorias, que apuntaban esencialmente a obtener la rápida libertad de los denominados "presos políticos" procesados o condenados. Ello, por una parte, con normas que agilizaban los procedimientos y, por otra, con una rebaja de la pena de los delitos que se les imputaban.
Ese fue el proyecto del Ejecutivo, lo que se llamó las "leyes Cumplido", lo que llegó a la Cámara de Diputados para su estudio.
Durante la tramitación de la iniciativa, señalamos, en forma muy enfática que teníamos una serie de reparos a estos tres elementos esenciales. Principalmente, manifestamos nuestro rechazo categórico a la rebaja de las penas establecidas en el proyecto del Ejecutivo. Expresamos que era altamente inconveniente, para el efecto de combatir la acción terrorista, delictual, que el Ejecutivo propusiera una rebaja de pena a determinados delitos e, incluso, a los más graves, como son las conductas antisociales que están configuradas en dicha ley.
Señalamos, con respecto a la justicia militar, que en principio, nos parecía que debíamos enfocar sus actuaciones con un criterio estrictamente profesional, buscando su especialización y no estudiarla con un criterio o un prejuicio de carácter político.
Pero así como manifestamos un rechazo muy categórico a la rebaja de pena, buscamos, al interior de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia, y posteriormente en esta Sala, posibilidades de acuerdo que nos permitieran establecer, tanto la organización y composición de los tribunales, como el ámbito de su competencia.
Finalmente, respecto de las normas transitorias, siempre expresamos nuestra más absoluta oposición a establecer fórmulas que implicaran, en forma unilateral o parcial, rebajar la pena de los denominados "presos políticos". Pero, sí, en cambio, fuimos partidarios de incorporar normas con el objeto de que todo ciudadano, cualquiera que fuera su sector u origen, pudiera sentirse plenamente confiado en la acción de la justicia, en que se agilizaran sus procesos, y que diera plena garantía en cuanto a la acción judicial que se estaba siguiendo.
Ese fue el espíritu con el cual concurrimos a aprobar ciertas normas de las "leyes Cumplido" en la Cámara de Diputados, y a rechazar, especialmente, lo relacionado con la rebaja de la penalidad.
Por último, respecto de este proyecto, en el Senado se logró un importante acuerdo, ratificado por la unanimidad de todos los Senadores, que a mi juicio, es más amplio, más perfecto y que ha estructurado en mejor forma las materias relacionadas con dichas leyes.
Hoy día en cuanto a las llamadas "leyes Cumplido", el proyecto del Ejecutivo, en su forma original, dista mucho de aquel que conocimos en la Cámara de Diputados en su primer trámite constitucional.
Las modificaciones del Senado han determinado, por unanimidad de los Senadores, que no hay tal rebaja de penas a los delitos originalmente contemplados; que la justicia militar cambia la composición de sus tribunales y la competencia de sus jueces, pero en una fórmula que tiende a perfeccionarla aún más, a especializarla, dejando de lado criterios o prejuicios políticos.
En las normas transitorias, se incluyeron disposiciones que agilizan los procesos, que dan mejor garantía en su tramitación, pero no se contempló, en ningún artículo, alguna fórmula que, unilateral o parcialmente, tienda a beneficiar a un sector de los procesados.
Dado que la unanimidad del Senado refleja un acuerdo amplio, profundo e importante y porque creemos que el proyecto original -como lo ha dicho el Diputado señor Molina- queda prácticamente en nada y hasta el propio señor Ministro quisiera que se les cambiara de nombre a las "leyes Cumplido", votaremos favorablemente las modificaciones aprobadas por el Senado, que perfeccionan la legislación, tanto en lo que se refiere a las normas permanentes como a las transitorias.
Reitero que votaremos favorablemente todas las modificaciones introducidas por el Senado. Además, concurriremos a la Comisión Mixta -si se llega a esa instancia- con el ánimo y el espíritu -como lo hicimos anteriormente- de superar las discrepancias para obtener, ojalá, unanimidad respecto de estas materias.
Esa será la posición de nuestra bancada en la votación de las modificaciones propuestas.
He dicho.
El señor ROJO.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Andrés Aylwin.
El señor AYLWIN (don Andrés) .-
Señor Presidente, nos corresponde votar este proyecto después de que, hoy en la mañana, los presidentes de un conjunto de partidos han llegado a un acuerdo político en muchos aspectos trascendentales. Tal acuerdo revela que nuestra institucionalidad democrática es capaz de funcionar para afrontar uno de los grandes conflictos que encara nuestra sociedad.
Lo obtenido está muy lejos de aquello a lo que nosotros aspirábamos. Pero, en todo caso, es un acuerdo político razonable, que nos permite enfrentar adecuadamente uno de los grandes problemas heredados del gobierno anterior, un conflicto, de carácter ético, que afecta a toda la sociedad chilena: el de los presos políticos.
Por ello, valorizamos enormemente la predisposición de los parlamentarios y del Partido Renovación Nacional para lograr este acuerdo.
La forma cómo se están despachando estas leyes nos permitirá, por un lado, agilizar los procesos, tanto los de significado político, como aquéllos relacionados con reos comunes y, por otro, extender el beneficio de la libertad provisional mediante las modificaciones del artículo 363 del Código de Procedimiento Penal, situación que ha significado tantos sufrimientos para muchos presos políticos y presos comunes. Asimismo, nos posibilitará humanizar los procedimientos, evitando incomunicaciones y aislamientos tremendamente prolongados, que, en los casos de presos políticos, han llegado hasta 304 días. Nos permitirá también modificar la competencia de la justicia militar, para terminar con el absurdo de que el 85 por ciento de los procesados por fiscalías militares, sean civiles, lo que, indudablemente, constituye una aberración. El hecho de que los procesos pasen de las fiscalías a los jueces y, en segunda instancia, de la Corte Marcial al Ministro de Corte de Apelaciones, a mi juicio, re-presenta un aspecto trascendental de los acuerdos a que estamos llegando.
Al mismo tiempo, por los consensos logrados ahora y por las votaciones anteriores de la Cámara de Diputados, podremos suprimir delitos aberrantes, como el del ingreso clandestino al país, que podía significar penas hasta de muerte; y el concepto de ayudistas que ha representado tantos sufrimientos para muchas personas. Nos posibilitan, sobre todo, afrontar lo más adecuadamente posible, aunque muy lejos de nuestras aspiraciones, el problema de los presos políticos.
En definitiva, estos acuerdos han sido producto de largas conversaciones en nuestra Comisión. Las visitas a las cárceles, el conocimiento de los presos políticos y de su dramática realidad, las largas horas de conversaciones y de debate, hicieron posible este acuerdo, y basado en la modificación del artículo 9° de la Constitución Política, que establece una concepción absolutamente aberrante, que hiere las convenciones internacionales, y según el cual determinados delitos -concretamente las llamadas conductas terroristas- jamás serán objeto de amnistía, ni de indulto, ni de libertad provisional.
Hago presente que la derogación de este artículo fue planteada expresamente por la Concertación en 1989 y, más adelante, por nosotros, en forma reiterada, en nuestra Comisión, durante todo el presente año. Desgraciadamente, es una reforma que requiere la aprobación de las dos terceras partes de los Diputados y Senadores en ejercicio, quorum de difícil obtención en el Senado.
Hoy día nos alegramos de que hayamos alcanzado un acuerdo político que permita modificar, total o parcialmente, un aspecto de una disposición tan absolutamente aberrante.
En nuestra votación, seguiremos básicamente tres criterios centrales.
Según el primero, insistiremos en el planteamiento de la Cámara de Diputados.
De acuerdo con el segundo, votaremos con el Senado, haciendo presente que lo haremos, en algunos casos, porque su redacción mejora nuestro proyecto; y, en otros, única y exclusivamente por el acuerdo político logrado, el que estamos dispuestos a respetar íntegramente.
En conformidad con el tercero, votaremos por la Cámara de Diputados, con la idea de buscar soluciones intermedias, haciendo posible el funcionamiento de la Comisión Mixta, en la cual deben perfeccionarse definitivamente los importantes acuerdos políticos alcanzados hoy en la mañana.
Quiero dejar expresa constancia -porque lo estimo de una significación moral muy trascendente-, que ningún acuerdo político logrado implica, ni directa ni indirectamente, alguna forma de impunidad en materia de derechos humanos.
En otro punto, ratificamos nuestra creencia de que era mejor el texto del proyecto enviado por nuestro Gobierno, es decir, las llamadas "leyes Cumplido". Creemos que estábamos en lo justo, cuando pedíamos la modificación de otros tipos legales que no han sido derogados o modificados y cuando solicitábamos una efectiva racionalización de algunas penas. También estábamos en lo justo cuando luchábamos por establecer un recurso de revisión y otro conjunto de beneficios y garantías, especialmente relacionados con los presos políticos. A vía de ejemplo, en este último caso, señalo el 3 por 1, importante aspiración moral de los presos políticos que, en definitiva, ha debido ser abandonada.
Desde el punto de vista de los presos políticos, preferíamos la solución de las "leyes Cumplido", porque ellas hacían posible su libertad, sobre la base de hacerles justicia, es decir, de aplicarles leyes ecuánimes. Ahora se ha llegado a otro tipo de arreglo, que, en gran parte, implica la posibilidad del indulto presidencial, o sea, de hacer uso de una gracia.
Agradezco, naturalmente, en representación de mi partido, la posibilidad que se da al Presidente de la República -y lo hago muy sinceramente- pero, al mismo tiempo, habríamos preferido facilitar la libertad de los presos políticos sobre la base de leyes adecuadas y justas, más que de una gracia del Presidente de la República.
Finalmente, señor Presidente, quiero dejar expresa constancia de que durante los 10 meses en que tramitamos este proyecto de ley, en nuestra Comisión tuvimos muy duras discusiones; pero creo que en definitiva, hemos aprendido a conocemos mejor, a respetamos mutuamente, y los acuerdos a que hoy llegamos son productos del trabajo, insisto, de esa Comisión.
Dejo también expresa constancia de que estos diez meses me han permitido conocer más profundamente a los presos políticos que hay en las cárceles chilenas. Moralmente, no puedo dejar de rendirles en homenaje por la paciencia que han tenido para esperar tantos meses. Posiblemente, tuvieron momentos de tremenda desesperación; pero creo que cualquiera de los que estamos en estas bancadas podemos entender lo que significan estos meses de presidio, cuando algunos llevan ya seis, ocho, diez u once años de privación de libertad.
Con esa paciencia, ellos han expresado una profunda fe en las instituciones de nuestra democracia. Tengo la íntima convicción, y mego a Dios que así sea, de que esta ley, en los términos acordados hoy, permitirá solucionar un problema moral que tan gravemente afecta nuestra sociedad chilena, y que yo, a título personal, siento como mío -el problema de los presos políticos-; y de que, al mismo tiempo, será un instrumento de efectiva reconciliación y reencuentro entre los chilenos. Indudablemente que Renovación Nacional, al facilitamos sus votos, ha hecho posible, en gran medida, la reconciliación y reencuentro que, yo creo, esperan todos los chilenos.
He dicho.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Ofrezco la palabra.
Respecto de la petición de la palabra por el Diputado Hernán Rojo , la Democracia Cristiana ya ha usado doce minutos -lo que se convino con los Comités- y salvo el asentimiento unánime de la Sala, no habría otra posibilidad de que usara de la palabra.
El señor ESPINA.-
Pido la palabra.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, hace algunos meses, cuando se discutieron las denominadas "leyes Cumplido" en la Cámara de Diputados, sostuve, en representación de Renovación Nacional, que nosotros no podíamos delegar nuestra responsabilidad y, en definitiva, no materializar un acuerdo político en esta Cámara. En esa oportunidad, señalamos que se reunían todas y cada una de las condiciones que permitían, con voluntad y disposición, llegar a ese acuerdo. Afortunadamente, en el día de hoy -y luego de varios meses- en la oficina del señor Presidente de la Cámara de Diputados los partidos de la Concertación y Renovación Nacional suscribieron un acuerdo político y legislativo, que permitía el des-pacho y la aprobación de éstas leyes.
En los acuerdos políticos, nunca se alcanza el objetivo completo que cada uno pretende legítimamente; siempre implican obtener triunfos relativos. Pero, para que ello ocurra y para dar estabilidad a un sistema democrático, es necesaria la voluntad de todos los sectores políticos involucrados en el logro de ese acuerdo. Por ello, nuestro partido valora, en su justa dimensión, los esfuerzos realizados por Diputados y Senadores, especialmente de los parlamentarios de la Comisión de Constitución, Legislación y Justicia de la Cámara de Diputados, quienes, no obstante encontrarse el proyecto en el Senado, continuaron realizando gestiones para llegar a los puntos de acuerdo más importantes.
Asimismo, y con hidalguía, valoramos los esfuerzos y la contribución que ha hecho a esta materia el señor Ministro de Justicia, de cuyos planteamientos, durante el estudio del proyecto, discrepamos en reiteradas oportunidades. En cada una de ellas tuvo la capacidad y la altura de miras para ir construyendo lenta, pero consistentemente, un acuerdo político que hoy aquí aprobamos y que sólo apreciaremos en su justa dimensión, con el correr de los años.
Los grandes acuerdos nunca se valoran al momento que se suscriben. El tiempo comienza a darles fuerza y contenido. Los años son los que, en definitiva, demostrarán la utilidad que ellos tendrán para la consolidación de nuestro sistema y, además, para la reconciliación respecto de los hechos del pasado.
Básicamente, ¿en qué consiste este acuerdo? Es importante que los parlamentarios de esta Cámara lo conozcan.
En primer término, se perfecciona el texto de la ley sobre conductas terroristas con base en los acuerdos tomados en la Cámara de Diputados y que, fundamentalmente, consisten en introducir, como elemento novedoso en la legislación chilena, lo que se ha denominado "el terrorismo selectivo"; es decir, aquellas acciones terroristas que obedecen a un plan premeditado para atentar en contra de una categoría o grupo determinado de personas.
El otro gran elemento es que se modifica la forma de cómo se determina la penalidad de los delitos terroristas. Se aplica, quizás por primera vez en nuestro país, una escala de graduación, en la que los jueces podrán determinar sin estar sujetos a la rigurosidad de la pena única y exclusiva, que tradicionalmente contemplan nuestros códigos.
Dentro de una latitud de penas muy severas por la gravedad de los delitos, como son las que contempla la ley antiterrorista, el juez podrá determinar, valorando los hechos, si aplica el grado mayor o bien una pena en un grado menor.
En segundo término, y constituyendo otro de los elementos más valiosos, se separan nítidamente los hechos del pasado respecto de los del presente y del futuro.
En Senado, que votó por unanimidad estos proyectos, esto es, con los votos de la Concertación, de los partidos opositores y de los Senadores designados, marcó claramente, una diferencia respecto de hechos del pasado y hechos del presente y del futuro, acogiendo la tesis que se había planteado en la Cámara de Diputados.
Respecto de los hechos del presente y del futuro, la ciudadanía contará con una legislación que le va a garantizar con certeza que, en nuestro país, las acciones de violencia y terrorismo serán sancionadas con penas justas, pero drásticas.
En lo que dice relación con los hechos del pasado, se han establecido los instrumentos para que tanto el Presidente de la República como las normas que regulan esos hechos, permitan dar pasos efectivos de reconciliación.
Quisiera, puntualmente, destacar dos aspectos.
Esta Cámara aprobó, y el Senado ratificó, las normas que mejoran los derechos de las personas.
Se terminó, definitivamente, con las incomunicaciones por más de 10 días; se perfeccionó la legislación relativa a la libertad provisional; se estableció que para aumentar el plazo en que una persona debe ser puesta a disposición del tribunal por los organismos policiales, se requerirá de examen médico practicado por un facultativo que no pertenezca a la institución policial que lleva a cabo la detención.
En lo relativo a la competencia de los tribunales, se hizo también una distinción de los hechos del pasado respecto de los del presente y del futuro. Sobre estos últimos, se introduce un cambio sustantivo en la competencia de los tribunales militares: se establece que los delitos cometidos por civiles previstos en cualquiera de los textos de las leyes especiales, serán de conocimiento de los tribunales ordinarios de justicia y, específicamente, de un ministro de Corte. Se exceptúan, exclusivamente, dos delitos: los que dicen relación con la formación de grupos de combate y con la internación de armas, los cuales, de acuerdo con la experiencia de países que han vivido el flagelo del terrorismo en democracia, se ha preferido mantenerlos en poder de tribunales especializados, en el entendido de que siempre deberá velarse por el cumplimiento de las normas del debido proceso.
Respecto de los hechos del pasado, todos aquellos delitos que dicen relación con leyes especiales y en los cuales el sumario haya durado más de un año, se establece que pasarán a ser de conocimiento de un ministro de Corte de Apelaciones. Si estos procesos se encuentran en estado de plenario, la persona que ha sido procesada tendrá derecho a prestar nueva declaración, y el juez, variando las disposiciones del Código de Procedimiento Penal, tendrá la obligación de tomársela y estarse al mérito de aquella confesión que se encuentre más ajustada a los antecedentes del proceso.
Estas medidas concretas han permitido perfeccionar la legislación vigente y darle un tratamiento especial a los hechos del pasado. En este sentido, no se puede desligar la votación, que hoy se produce en esta Cámara, del acuerdo político suscrito, en orden a modificar el artículo 9° de la Constitución Política.
Este precepto ha sido modificado respecto del pasado y del presente. Sobre el presente, incorpora la libertad provisional, de acuerdo con lo que establecen los tratados internacionales suscritos y ratificados en el gobierno anterior, de que cualquier persona procesada tiene derecho a la libertad provisional, porque mientras rio esté condenada, puede ser inocente y, por lo tanto, esa libertad provisional, si bien está sujetas al cumplimiento de normas y requisitos especiales, es una garantía constitucional que se debe respetar. En relación con el pasado, junto con mantener esta regla, se le otorgan al Presidente de la República los instrumentos para que dé pasos concretos de reconciliación.
Renovación Nacional no ha hecho esta reforma como una concesión. La ha hecho responsablemente, porque llegó la hora de que en Chile no sólo se hable de reconciliación, sino de asumir la responsabilidad de lo que ello implica y se den pasos decisivos para materializarla. Confiamos en que Su Excelencia el Presidente de la República, como la autoridad más alta del país, con sabiduría, caso a caso, analizando cada situación, en uso del mandato que los chilenos le dieron, sabrá dar los pasos de reconciliación en los momentos oportunos, que nos permitan estar discutiendo, ojalá en el menor plazo posible, qué va a ocurrir en los próximos 10 años, y no qué ocurrió en los 10 ya transcurridos.
Por ello, y al concluir, señor Presidente, debo señalar que aquí no hay perdedores ni ganadores; no hay un proyecto inicial mejor ni un final peor o viceversa. Hay un acuerdo político responsable, que la historia sabrá juzgar en su justa dimensión. Quienes lo han firmado, han dado un paso certero y seguro para hacer definitivamente posible en este país la reconciliación que los chilenos reclaman, especialmente, a quienes estamos en esté Par-lamento.
He dicho.
El señor PALESTRO.-
¿y la UDI?
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Campos.
El señor CAMPOS.-
Señor Presidente y Honorables colegas.
Si analizáramos los proyectos de ley en los términos en que han sido aprobados por el Honorable Senado, los estudiaremos aisladamente fuera de contexto y los comparáremos con los que, en su oportunidad, la Cámara aprobó en el primer trámite constitucional, es evidente que los parlamentarios de la Concertación y el Gobierno, motivados por similares sentimientos, debieran estar con una profunda desazón, puesto que es muy poco lo que queda de lo que, en su época, se denominaron "las leyes Cumplido".
Sin embargo, como se ha recordado esta tarde, estos proyectos están insertos en un acuerdo político que ha sido suscrito hoy en la mañana, el que en definitiva, trata de solucionar el problema de los presos políticos y de recuperar los principios y las ideas de la reconciliación y de la justicia que habían inspirado esta iniciativa de Gobierno.
Más allá de las cuestiones técnicas que podríamos analizar y discutir a esta hora, y existiendo la voluntad de aprobar el acuerdo, lo trascendente para nosotros, a estas alturas, es recuperar la importancia que tiene para el futuro de nuestra convivencia democrática el que los actores y las fuerzas políticas en contingencia, sean capaces de alcanzar acuerdos de la envergadura del que ha sido suscrito esta mañana, ya que ello le da estabilidad al país y permite, en última instancia, avanzar en la solución de los grandes problemas nacionales.
Los radicales confiamos, señor Presidente, en que así como hoy hemos alcanzado acuerdo en relación con las denominadas "leyes Cumplido", facultando al Presidente de la República para indultarse recupera el principio, la idea, de que las personas procesadas por los delitos a que hacen referencia estas leyes, pueden ser beneficiadas con libertad provisional- y revisando también todo lo que se refiere a la competencia de los tribunales militares, incluso modificando algunas penalidades a ciertas incriminaciones que están contenidas en este proyecto, sería ideal, para el futuro del país, que en los próximos meses podamos alcanzar también acuerdos políticos sobre otras materias que, naturalmente, preocupan a la ciudadanía y motivan la grán discusión nacional.
Por eso, considerando estos proyectos de ley dentro del marco superior de los acuerdos alcanzados, vamos, naturalmente, a darles nuestra aprobación.
Sin embargo, no podemos terminar estas palabras sin hacer presente que estimamos que el tema no está definitivamente cerrado, porque hay aún ciertas tareas inconclusas y confiamos en que, en el futuro, podamos promover y discutir nuevas iniciativas tendientes a perfeccionar nuestra legislación en las materias que nos ocupan, con el objeto de dar una respuesta definitiva que alcance los niveles de justicia y de reconciliación en que está empeñada la Honorable Cámara.
Por tales razones, los Diputados radicales votaremos favorablemente el proyecto de ley, respetando el acuerdo político mencionado.
He dicho.
El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el señor Ministro de Justicia.
El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-
Señor Presidente, el Gobierno del Presidente Aylwin envió al Honorable Congreso Nacional tres proyectos de ley, destinados a dar cumplimiento al Programa de Gobierno en relación con el fortalecimiento de los derechos humanos.
El de la pena de muerte ha sido aprobado, y sólo queda pendiente en la Comisión Mixta, para que se vote en las respectivas Salas, el acuerdo que suprime su aplicación en todos los delitos, con excepción de los establecidos en el Código de Justicia Militar en caso de guerra externa.
El de las conductas terroristas, que había sido modificado sustancialmente por la Cámara de Diputados, el Senado lo ha despachado como un proyecto mixto entre el original del Ejecutivo y el aprobado por la Cámara.
La ley de conductas terroristas permitirá modernizar, hacer justicia y respetar los derechos humanos, aun en procesos de esta naturaleza. Desde luego, se ha logrado una plena racionalización de la penalidad, como lo han planteado algunos Honorables Diputados. Al mismo tiempo, se garantizan los derechos de los detenidos, y las normas excepcionales que se contemplan sólo pueden ser utilizadas una vez que ha sido declarado reo la persona en calidad de conducta terrorista.
En cuanto al fortalecimiento del derecho de las personas, simplemente haré un enunciado de los puntos valiosos que han sido aprobados por el Honorable Congreso Nacional.
Desde luego, hay una racionalización de la penalidad en el Código de Justicia Militar; se aplica una pena racional a los delitos de injurias contra las Fuerzas Armadas; se suprimen altas penalidades en algunos delitos cometidos por civiles, haciendo la distinción entre los que cometen los militares y los civiles; se establecen reformas en el mismo código tendientes a modificar los procedimientos, dándoles a las víctimas de las acciones derechos plenos, que corresponden a una parte en un proceso criminal; se modifica la integración de la Corte Marcial de Santiago; se suprimen los fiscales ad hoc; se prevén procedimientos para designar fiscales letrados por sorteo y por tumo en caso de que haya excesos de causas.
En relación con las conductas terroristas, se cambia la competencia de los tribunales militares cuando la víctima es militar, pasando a ser de la competencia de un Ministro de Corte de Apelaciones; se baja la penalidad de algunos delitos, como el de los ayudistas; se tipifica correctamente el delito o la participación como ayudistas a sabiendas, y se logra definir claramente el delito de amenazas.
Pero hay más. En materia de mejoramiento del derecho de defensa y de los procedimientos, se han introducido reformas sustanciales en la legislación nacional. Desde luego, en todo lo que se refiere a las garantías del detenido; a la eliminación de la celda solitaria; a la reducción de las incomunicaciones prolongadas; al término del abuso relacionado con la posibilidad de tener conocimiento del sumario; a la comunicación con el abogado defensor.
Hay profundas modificaciones en el caso de la prisión preventiva. La regla general será que la persona sea procesada en libertad, y la excepción que lo sea en prisión preventiva, entregando al juez de la causa el conocimiento de la decisión fundada en relación con la posibilidad de negar la prisión preventiva.
Asimismo, se ha establecido la plena competencia de la justicia ordinaria, a través de un Ministro de Corte, en todo lo referente a las conductas terroristas.
Se han derogado todas las leyes restrictivas y limitativas de los derechos, dictadas durante el Gobierno militar.
Con relación a los presos políticos y comunes, todos los beneficios que anuncié no hacen distinción entre unos y otros.
La Honorable Cámara tendrá que comprender el avance sustancial que significa en estas materias lo aprobado por el Congreso Nacional.
Con respecto a los presos políticos, desde luego, se establece el cambio de tribunal en las normas transitorias. Casi la totalidad de los procesos serán substanciado por un Ministro de Corte de Apelaciones.
Además, se comprenden normas que agilizan los procesos para que el Presidente de la República, justamente, pueda hacer uso oportuno de la facultad que se le otorga para indultar a través de la reforma constitucional que se propondrá al Honorable Congreso Nacional.
He querido hacer este breve enunciado para destacar todas las grandes innovaciones que se introducen a la legislación chilena en materia de competencia, de procedimiento, de penalidad y de cumplimiento alternativo de las penas, las que darían para un análisis muy largo y profundo.
El proceso legislativo que se ha llevado a cabo a través de estos tres proyectos de ley ennoblece particularmente al Poder Legislativo, porque le permite probar cómo se deben discutir y aprobar las materias de ley en un régimen auténticamente democrático.
Es posible que nuestra permanencia durante tanto tiempo en un régimen autoritario nos lleve a hacer una evaluación errada del significado de estos proyectos, comparando lo que se planteó como proyecto inicial del Ejecutivo y lo que en definitiva resulte aprobado por el Congreso Nacional.
Obviamente, el proceso legislativo consiste en que, a través de la discusión y de la persuasión, se puedan resolver los objetivos perseguidos de la mejor manera que el Parlamento y el Presidente de la República estimen conveniente.
Con estos proyectos una vez más, ha triunfado en nuestro país la capacidad de consenso, la capacidad de entendimiento sobre la de enfrentamiento. Acuerdos de esta naturaleza auguran con eficiencia la consolidación de un régimen democrático estable.
Agradezco a los parlamentarios de todas las bancadas la posibilidad de haber concurrido a estos acuerdos y votaciones para mejorar, en mi opinión de manera significativa, la legislación vigente sobre derechos humanos.
Aplausos en la Sala.
El señor CUMPLIDO (Ministro de Justicia).-
El Honorable Diputado señor Rojo me ha pedido una interrupción.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
No corresponde que el señor Ministro conceda interrupciones.
El señor ROJO.-
Por su intermedio he pedido una interrupción al señor Ministro.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Pido el asentimiento unánime de la Sala para que el Diputado señor Rojo haga uso de la palabra.
Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
No hay acuerdo.
Corresponde votar, en primer lugar, el proyecto que modifica la ley N° 18.314, sobre conductas terroristas y su penalidad. Por lo que se conversó en las reuniones políticas y de Comités, la idea es que se pida el asentimiento de la Sala para aprobar todas las modificaciones que introdujo el Senado, y así procederé.
El señor ROJO.-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado, señor Rojo para plantear una observación al respecto.
El señor ROJO .-
Señor Presidente, yo entendí que estábamos tratando el proyecto de ley sobre derechos de las personas, y no el de las conductas terroristas que es una materia diferente, y Su Señoría ha comenzado por éste último. A mi juicio, primero debe resolverse el relativo a los derechos de las personas.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
La idea de los Comités fue que cada bancada interviniera sobre los dos proyectos en conjunto. Los señores parlamentarios y el señor Ministro se han referido al otro, porque contiene materias controvertidas. Como en este proyecto, existe prácticamente consenso unánime, no se han referido a él; pero el orden de lo acordado es el que estoy siguiendo.
Tiene la palabra el Diputado señor Rojo.
El señor ROJO .-
Señor Presidente, me asaltan dudas de que en el proyecto sobre conductas terroristas, se aprueben totalmente las modificaciones del Senado, porque se comete un error garrafal en el artículo al sostener que "Constituirán delitos terroristas", en circunstancias de que bien sabemos que el delito terrorista no existe. Lo que existe, como lo señaló la Cámara, son conductas terroristas. Hay una gran diferencia entre la conducta te-rrorista y la tipificación de un delito terrorista.
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente, ¿me permite?
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente, es para decir que hay una acuerdo unánime de los Comités y le pido a la Mesa que lo haga cumplir. Esta materia es importante y ha sido meditada latamente. Además, el acuerdo ha sido respaldado por otro político-legislativo suscrito por los presidentes de todos los partidos, incluyendo al Presidente del Partido del Honorable señor Rojo. De manera que pido a la Mesa que haga cumplir el acuerdo de los Comités en esta materia.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Evidentemente, hay un acuerdo; pero no corresponde a la Mesa hacer que los parlamentarios lo respeten. Eso ya no es problema de la Mesa.
Tiene la palabra el Diputado señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, entiendo que el Reglamento de la Cámara establece que el acuerdo unánime de los Comités es vinculante para todos los parlamentarios.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
El problema es que el acuerdo unánime de los Comités puede ser sobre la forma de votación y no sobre el contenido de lo que se vota.
Sobre la forma de votación no hay problema, porque se trata de un artículo único. Sin embargo, si un Diputado manifiesta un criterio distinto en cuanto al contenido, es evidente que el acuerdo de los Comités no puede restar la libertad de voto del señor parlamentario.
El señor ROJO .-
Señor Presidente, sólo he planteado una observación frente a lo que se va a aprobar, para que quede constancia; pero no me opongo a los acuerdos de los Comités.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Huepe.
El señor HUEPE .-
Señor Presidente, sólo para aclarar, todos aceptamos que el acuerdo de los Comités es vinculante; pero eso no quita el derecho que tiene un
Diputado a expresar una duda sobre un problema determinado y a pedir la aclaración correspondiente. Tampoco se sale del acuerdo en cuanto al tiempo de discusión, porque el Diputado señor Rojo tenía intenciones de hablar, ha accedido al acuerdo de los Comités y ha aceptado los doce minutos. Sólo está planteando una duda con respecto a un punto determinado y no veo el inconveniente de que se clarifique.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Muy bien. Tiene la palabra el Diputado señor Espina.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente coincido con lo expresado por el Diputado Señor Huepe y no creo haber dicho una cosa distinta. He pedido que se respete la forma de votación. Obviamente, no pretendo que los acuerdos de los Comités obliguen a los parlamentarios a votar en tal o cual sentido.
La ley sobre conductas terroristas vigente establece tipos que son delitos o conductas terroristas como tales. Así, se establece que cuando concurren las circunstancias señaladas en el artículo 1°, números 1 y 2, los delitos comunes o los de leyes especiales se transforman en delitos terroristas. Por lo tanto, la expresión está correctamente usada.
En la legislación actual existe el tipo penal que regula las conductas que califica de terroristas. En este proyecto, la diferencia radica en que, cuando concurren determinadas circunstancias, transforma en delitos terroristas, tantos delitos comunes como de leyes especiales. Por lo tanto, la expresión que utiliza es correcta. Este es un cambio sustantivo respecto de la ley actualmente en vigencia, que será modificada por ésta.
En consecuencia, esta explicación justifica por qué se cambia "conducta terrorista" por "constituyen delitos terroristas", en aquellos casos en los que, aun cuando son delitos comunes, concurren algunas de las circunstancias que los transforma en delitos terroristas.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En votación el artículo único, que modifica la ley antiterrorista.
Si le parece a la Sala, se aprobará por unanimidad, dejando constancia, que se ha concurrido con el quorum necesario para esta votación, porque hay más de 80 señores Diputados.
El señor SCHAULSOHN .-
¿Me permite, señor Presidente?
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente, el Tribunal Constitucional acaba de declarar la inconstitucionalidad de lo obrado por esta Cámara en relación con algunas disposiciones de la Ley de Pesca, precisamente porque objetó el sistema utilizado por ésta, en el sentido de no dejar constancia del número de parlamentarios que votan a favor, debido a que la unanimidad de la Sala no necesariamente garantiza la obtención de los quorum establecidos en la Constitución, que se refieren a los Diputados en ejercicio.
Para evitar la repetición del suscitado con la Ley de Pesca, en cuyo caso probablemente tendremos que votar todo de nuevo, pido a la Mesa que tome la votación, porque debe dejarse constancia del número exacto de parlamentarios que votan en un sentido o en otro, cuando se requieren quorum especiales. La unanimidad puede ser la totalidad de los Diputados presentes en la Sala y éstos, aun cuando sean suficientes para el quorum de sesión, pueden constituir un número inferior al de los Diputados en ejercicio que se requiere para la aprobación de determinadas normas legales.
Por lo tanto, pido que se repita la votación de la manera que he indicado, para no volver a tener este problema, en razón del fallo reciente del Tribunal Constitucional.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Sobre el fallo reciente del Tribunal Constitucional, que tengo a la mano, y sobre el cual estamos informados, la Cámara de Diputados no procedió equivocadamente, sino el Tribunal Constitucional.
El señor SCHAULSOHN .-
Es lo más probable.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Cuando se ha votado, y se ha dejado constancia de que concurre más del número necesario de parlamentarios. Sólo debe quedar establecido que la unanimidad está constituida por un número mayor que el requerido para el quorum constitucional.
El señor SCHAULSOHN .-
Señor Presidente, respeto el criterio de la Mesa y espero que sea el correcto. Sin embargo, sería bastante lamentable vemos expuestos después a un cuestionamiento respecto de la constitucionalidad de nuestra actuación, por haber procedido en esta forma. Pero, si la Mesa está convencida de que ese criterio es el correcto, retiro mi observación.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
El problema con la Ley de Pesca se debió a que sólo en un artículo se dijo "aprobado unánimemente", y se indicó el número de parlamentarios que había, pero en los artículos siguientes, no, porque se entendía que había el quorum re-querido.
En el caso concreto de ahora, se dejará constancia de que hay más señores Diputados en la Sala del quorum necesario que exige la Constitución y la Ley Orgánica del Congreso Nacional.
En consecuencia, se aprueba el artículo único con la concurrencia de más de 80 parlamentarios.
Aprobado.
Despachado el proyecto.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Corresponde votar el proyecto de ley que modifica diversos textos legales para garantizar en mejor forma los derechos de las personas.
Hago presente a la Sala que se necesita la unanimidad para aquellos artículos que no han sido materia de controversias. Si se prefiere de otra manera, habría que decir cuáles son aquellos artículos que la Cámara rechazará en lo que se refiere a las modificaciones introducidas por el Senado. Se entiende a contrario sensu, que el resto de las modificaciones del Senado quedarán aprobadas.
Las modificaciones del Senado que serán rechazadas, para las cuales se pide votación, son las siguientes:
Artículo 1°, que modifica la Ley de Seguridad Interior del Estado en sus números 2) y 3);
Artículo 2°, que modifica el Código de Justicia Militar sus N^. 5), 6), 7), 8) y 9);
Artículo 3°, que modifica la Ley sobre Control de Armas, sus N°s. 2), 5), 6), 7) y 8);
Artículo 5°, que modifica el Código de Procedimiento Penal en su N° 13;
Artículo 7° del Senado;
Artículo 8°, nuevo, del Senado;
Artículo 10, nuevo, del Senado;
Artículo 1°, transitorio, y
Artículo 3°, transitorio.
Estos artículos se someten a votación. El acuerdo de los Comités fue que la Cámara rechazara las modificaciones del Senado.
El señor ESPINA.-
Pido la palabra, señor Presidente.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra, Su Señoría.
El señor ESPINA.-
Señor Presidente, es sólo para hacer una aclaración. En el artículo 1° transitorio se rechazan los incisos quinto, sexto y séptimo. Por lo tanto, habría una división de la votación.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
El artículo 1° transitorio se refiere a los incisos quinto, sexto y séptimo. Se entiende que la Cámara aprueba el resto.
En votación el rechazo de los artículos indicados.
Si le parece a la Sala, se rechazarían por unanimidad.
Varios señores DIPUTADOS.-
¡No!
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
En votación.
Efectuada la votación en forma económica, por el sistema de manos levantadas, dio el siguiente resultado: por la afirmativa, 11 votos por la negativa, 83. No hubo abstenciones.
El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Rechazadas las modificaciones del Senado en los artículos, números e incisos señalados.
En votación general todas las otras modificaciones introducidas por el Senado, excluidas las ya rechazadas.
Si le parece a la Sala, se aprobarán por unanimidad.
Aprobadas.
Para los efectos constitucionales se deja constancia de que concurre quorum necesario. Hay en la Sala más de 90 señores Diputados.
Despachado el proyecto.
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