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El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Muñoz Barra .
El señor MUÑOZ BARRA (Don Roberto).-
Señor Presidente, es conveniente enfatizar cuál es la iniciativa de ley que el Ejecutivo está promoviendo en este instante, a través del Ministerio de Educación Pública.
Hay que hacer resaltar que prácticamente no se está cambiando ninguna letra, de las disposiciones legales que aprobó el Gobierno anterior. Se las mantiene absolutamente, con el ánimo de ir solucionando los problemas de la educación, que son de suma gravedad, porque se ha llegado al extremo de que no existe una columna vertebral que una a los diferentes estamentos de la educación en nuestro país.
¿De qué se trata? Esto es lo que se debe tener en cuenta. Simplemente, se trata de eliminar un artículo transitorio, que el Gobierno anterior agregó a su propia ley y que dispone que el Consejo Superior de Educación sólo entrará a regir en dos años más.
Evidentemente, eso resulta caótico para el programa político y educacional que se quiere aplicar.
En este aspecto, se ha creado una anarquía. Hay una comercialización de la enseñanza. Este nacimiento de Universidades y de Institutos Profesionales constituye un verdadero engaño para miles de muchachos en este país y crea, por supuesto, una falsa ilusión en muchos hogares que realizan ingentes sacrificios para que sus hijos accedan a un título de tipo superior. Tanto es así, que una gran cantidad de carreras se imparten hoy día en Universidades y en Institutos Profesionales que no están reconocidos, de tal manera que no tienen ninguna validez. Sin embargo, esos alumnos y esos hogares deben invertir fuertes cantidades de dinero en estos centros. En el caso de los jóvenes que vienen de provincia hacia los centros metropolitanos, cualquiera que sea su ubicación en el país, los cursos nunca tienen un valor inferior a los sesenta mil o setenta mil pesos, en circunstancias de que el promedio de sueldos no es superior a los cuarenta y cinco mil pesos en el estamento de trabajadores de nuestro país.
¿Qué se pretende con esta disposición legal? Evitar que el Ministerio de Educación Pública sea un mero buzón en un aspecto tan importante, como es la conducción del sistema educacional chileno.
Deben saber, estimados colegas, que, prácticamente, al no aplicarse esta disposición referente al Consejo Superior de Educación, el Ministerio de Educación Pública sólo debe exigir dos requisitos, la autorización de funcionamiento se consigue a través de la obtención de personalidad jurídica, una vez que la Universidad en creación ha depositado sus estatutos en ese Ministerio, y una vez que se ha otorgado, por parte de una entidad examinadora, un certificado en que conste la aprobación de planes y de programas de, a lo menos, una de las doce carreras señaladas en el artículo 12 del decreto con fuerza de ley N° 1, de 1980.
Aquí se dan cosas "de Ripley". Por ejemplo, hay universidades que no imparten las carreras respecto de las cuales le corresponde actuar como examinadoras. Es el caso de la Universidad Real, que imparte la carrera de Derecho, y la examina la Universidad Arturo Prat, que fio la tiene. Lo mismo sucede con la misma Universidad Real, que ofrece la carrera de Periodismo, la que es examinada también por la Universidad Arturo Prat, que tampoco posee dicha carrera.
Igual cosa acontece con la Universidad de Talca, que examina a la Universidad Autónoma del Sur en Derecho, en circunstancias de que no imparte esta carrera.
De este modo, yo diría que la credibilidad de la enseñanza y de la formación de profesionales universitarios no tiene la transparencia de que debería estar revestida en un país que camina mordiendo el siglo XXI.
Hay cosas, estimados colegas, que resultan verdaderamente increíbles.
Desde 1981 hasta 1987, se crearon solamente cinco Universidades privadas: La Universidad Gabriela Mistral, la Universidad Finís Terrae, la Universidad Diego Portales, la Universidad Central y la Universidad de las Condes. En el año 1989, en menos de un año, se crearon diecisiete Universidades. Es bueno que ustedes las conozcan: Bolivariana, Mariano Egaña , Mayor, Academia de Humanismo Cristiano, Santo Tomás , Leonardo Da Vinci, La República, Internacional SEK, Real, Las Américas , Nacional Andrés Bello , Adolfo Ibáñez , Viña del Mar, Mariscal Sucre , Iberoamericana, Artes y Ciencias, y Ciencias de la Informática.
En el período comprendido entre enero y el 7 de marzo, en menos de 60 días, se crearon 18 Universidades privadas en este país. Ellas son: Del Mar, en Viña del Mar; Contemporánea, de Arica; Panamericana CS, y Artes, en Santiago; Autónoma del Sur, en Temuco; de Temuco, en Temuco; del Cono Sur, en Santiago; De los Andes , en Santiago; Autónoma Indoamericana , en Santiago; San Andrés , en Santiago; Adventista de Chile, en Chillán; San Sebastián , en Concepción; Artes y Ciencias Artísticas, en Santiago; Educares , en Santiago; El Libertador, en Los Andes; Del Desarrollo, en Concepción; Del Pacífico, Marítima de Chile y Bernardo O'Higgins, en Santiago.
Se encuentran funcionando sin autorización, con títulos no válidos, las Universidades Alonso Ovalle, Fundación Epson y Blas Cañas .
Además, como se dice en este deporte tan nuestro que es el rodeo, se encuentran "al aguaite" las Universidades de Curicó, Aconcagua y Cristiana de Chile. Es decir, tenemos cerca de cincuenta Universidades en el país.
¿Qué ocurre? Se ofrecen carreras que no tienen mercado ocupacional. Es importante que los colegas sepan que la carrera de Derecho se imparte en 11 Universidades privadas y en 6 estatales; Ingeniería Civil, en 22 Universidades privadas y en 15 estatales; Ingeniería Comercial, en 32 Universidades privadas y en 11 estatales; Psicología, en 14 Universidades privadas y, además, en 7 estatales. De manera que esto no puede sorprender a ningún señor parlamentario, de ninguna bancada. Al revés, debería' haber gran confiabilidad en la proposición de ley del Ejecutivo para modificar una norma legal que creó el anterior Gobierno, a la que sólo días antes de asumir su cargo el actual Presidente de la República, se le agrego un artículo transitorio, a fin de que el propio consejo Superior que aquél había creado entre en funciones en dos años más.
Es cuanto quería señalar, señor Presidente.
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