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El señor VIERA-GALLO (Presidente).-
Tiene la palabra el Diputado señor Arancibia .
El señor ARANCIBIA.-
Señor Presidente, la exposición que acaba de hacer el Diputado señor Montes apunta a una cuestión central, que, desde el primer momento, ha sido acogida en este hemiciclo como una tarea que el actual Presidente, señor Aylwin , y la Concertación declararon que sería prioritaria en el Gobierno iniciado el 11 de marzo.
Todos recordamos cuando, en medio de la campaña del plebiscito, el país se conmovió ante la denuncia del actual Ministro de Hacienda, señor Foxley , de que existían cinco millones de pobres.
Con posterioridad, no fue por casualidad que, incluso, los candidatos adictos o adherentes al Gobierno anterior, tuvieron que admitir, finalmente, en sus programas que había problemas de pobreza y desigualdad social, que la autoridad, frente al país, no podría seguir ignorando. Por ello, formulamos esta propuesta.
No es un problema de contabilidad sobre pobres más o menos. Es una herida lacerante, que afecta a este país, y con cuya existencia no será posible reconstruir esa democracia sólida y estable a que todos aspiramos.
En el caso de la Concertación, señor Presidente, planteamos con claridad al país, en nuestro programa, con mucha prudencia y responsabilidad, cuáles eran los objetivos y cuáles eran los medios. En la consecución de esos objetivos y con los medios anunciados, hoy ya empezamos a actuar, y en breve llegarán a este Parlamento, proposiciones de leyes concretas que hagan efectivas tales iniciativas.
En ese sentido, quiero subrayar dos o tres cuestiones que considero importantes. Nuestra bancada piensa -creo que así lo perciben muchos medios chilenos-, que hay una tendencia en este hemiciclo y en muchos medios publicitarios, a mostrar una cierta continuidad, un criterio según el cual a este Gobierno no le corresponde sino introducir una u otra rectificación en la línea gruesa del gobierno anterior. No se trata, ahora, de realizar una evaluación, porque no hay tiempo, o un enjuiciamiento de todo lo hecho en el campo económico y social en los 16 años anteriores. Parte de este diagnóstico lo efectuará la comisión propuesta por nuestra bancada y fundamentada por el Diputado señor Montes. Pero sí queremos dejar en claro que, sin apartamos de aquellas acciones que reconocemos como logros o avances obtenidos en el pasado reciente, este país se pronunció en dos oportunidades, en 1988 y en 1989, manifestando que no le gustaba la dictadura que se le impuso, ni aceptaba muchas de sus medidas, que a nadie fueron consultadas y que, injustamente, tantos compatriotas pagaron con su pobreza. Eso es lo que hoy día tenemos que abordar. Ese es el espíritu que anima las propuestas del Gobierno, que consideraremos en breve.
Dos son las cuestiones que, a nuestro juicio, fortalecen o fundamentan esa iniciativa. Una resume muy bien el cuadro de aquellos que fueron beneficiados y de aquellos que fueron duramente golpeados por los 16 años anteriores.
Sólo en materia de distribución de ingresos y con todos los problemas de la medición de estas variables -de acuerdo con la distribución del consumo por quintiles de hogares, entre 1968 y 1988-, nos encontramos con lo siguiente: el 40 por ciento más pobre del país bajó su participación en el consumo de 19,4 al 12,6 por ciento. ¿Qué ocurrió en el otro extremo? El 20 por ciento más rico aumentó su participación en el consumo de 44 al 54,6 por ciento. Estas cifras, por sí solas, tal vez no representan todo el drama que tal situación significó en la injusticia, la desigualdad, la inequidad generadas y profundizadas durante la dictadura. De ahí derivan muchas de las tareas tan apremiantes que deberá resolver este Gobierno, este Parlamento y, yo diría, todo el país.
Señor Presidente, en torno a una iniciativa que ha merecido gran publicidad, como son las modificaciones de la legislación tributaria, un sector de la oposición ha terminado por aceptar que las propuestas y posiciones del actual Gobierno son las correctas.
Quisiera remarcar tal hecho, porque lo considero positivo y porque implica reconocer la seriedad, la responsabilidad y la capacidad del actual Gobierno para enfrentar este agudo problema económico y social. No otra cosa significa el aval y el reconocimiento dados al concordar con la propuesta del Gobierno. Aquí, permítanme que me detenga un momento en un punto que no había querido tocar, pero que creo necesario e indispensable hacerlo. No es bueno empezar a disparar sobre el vecino cuando se tiene un tejado de vidrio tan grande. Después de 16 años, en que trabajadores y empleados públicos fueron perseguidos y exonerados sin causa alguna y muchos de ellos asesinados, no se nos venga ahora a plantear una especie de imputación, que este Gobierno no puede aceptar.
Hemos dicho que no estamos por la caza de brujas, ni por las "razzias", pero tampoco se nos puede obligar a mantener en cargos de confianza a señores que, según sabemos, en el momento de firmar el finiquito -solicito que se oficie en ese sentido- entregaron cinco revólveres " Stayer " cada uno. ¿Qué funciones cumplían esos señores?
-Hablan varios señores Diputados a la vez.
El señor ARANCIBIA.-
¡Sí señor!
Pido que esa consulta se incluya en el oficio.
Por eso, señor Presidente me permito presentar una proposición de acuerdo de la bancada de la Concertación. Pedimos que se oficie a todos los organismos públicos en relación con los concursos de antecedentes realizados en ellos para proveer los cargos de los cuales, hoy día este personal de confianza exclusiva ha sido separado.
Traje a la Cámara los antecedentes de los concursos realizados entre el 11 de septiembre de 1973 y el 11 de marzo de 1990, porque es bueno saber en qué condiciones y para qué funciones fue contratada esta gente.
No deseo seguir con este asunto estéril, y dejo planteada esta solicitud en nombre de nuestra bancada.
Volviendo al tema central de mi intervención -porque las circunstancias del debate obligaron a desviarme en otro sentido- termino señalando que la propuesta de reforma tributaria que llegará pronto al Parlamento proveerá de recursos para objetivos muy importantes y que compartimos plenamente, como son las inversiones en trabajos de infraestructura, de riego -por ejemplo, el tranque El Toro, obra muy anhelada y necesaria por realizar en la provincia de El Huasco- y en otras obras.
Más importante que la petición de envío de oficios manifestada por el diputado Prokurica es que todos los parlamentarios y la comunidad en general se adhieran a medidas concretas para impulsar esta iniciativa y hacerla realidad.
Gracias.
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