-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/684381/seccion/akn684381-po1-ds40-ds45
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1942
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/1942
- rdf:value = "
El señor MULET (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Pedro Velásquez .
El señor VELÁSQUEZ (don Pedro).-
Señor Presidente, este proyecto, sin lugar a dudas, es de una importancia fundamental para quienes hemos trabajado en los tribunales de familia, donde se producen situaciones muy penosas y muy dolorosas, por cuanto muchos padres -me refiero a los hombres con una facilidad enorme y una insensibilidad aún peor, ni siquiera dan a sus hijos la posibilidad de conocerlos, y con tozudez y falta de respeto los niegan completamente frente al tribunal. Por lo tanto, muchos de esos jóvenes quedan sin opciones de estudio ni de momentos de alegría con sus padres o con sus abuelos. Finalmente, tenemos niños a los que se les niega la posibilidad de compartir con sus padres la celebración de su cumpleaños, de la navidad o de la fiesta de año nuevo. Ello les provoca un dolor profundo.
Lo anterior es producto de nuestra legislación. Si bien en los últimos veinte años ha tenido avances, en relación con el resguardo de los derechos de nuestros niños y niñas, creemos que aún falta mucho más por hacer.
En la actualidad es un hecho cierto que luego de la separación de los progenitores, el niño o niña crece acompañado solo por uno de ellos. La mayoría de las veces el otro progenitor quiere formar parte de la vida del menor; pero también hay casos en que el padre o la madre no quiere involucrase en la vida del niño, situación que violenta su derecho a tener contacto con quienes le dieron la vida.
Al revisar la legislación comparada, advertimos que países como Argentina, Colombia y España llevan años sancionando penalmente esas prácticas, y con mucho éxito. Por eso, me parece correcta y coherente la idea de legislar para que exista una sentencia que promueva el cumplimiento del régimen de relación directa y regular de los progenitores con el menor, porque creo que esa figura es primordial para el crecimiento de los niños y niñas de nuestro país.
Aunque el menor crezca relacionándose con su padre o con su madre una vez al mes, o todos los fines de semana o el día acordado para vivirlo en familia, tales encuentros serán un hecho que repercutirá en su identidad, incluso hasta el momento en que el menor, ya adulto, decida formar su propia familia.
En todo caso, es urgente revisar la ley sobre tribunales de familia, pues hay una serie de vicios que, lamentablemente, son aprovechados y utilizados por colegas abogados. Por ejemplo, muchas veces hacen que el padre que debe visitar al hijo llegue a la casa, espere dos minutos e inmediatamente recurra a Carabineros para dejar una constancia que señale que nadie lo recibió. Luego, con el certificado extendido por Carabineros, demuestra que la madre, en este caso, no tiene ningún interés en que el menor tenga contacto con el padre. Pero todo esto se hace con el fin de aparecer ante el tribunal como la víctima, no obstante el deseo de las madres de que sus hijos se relacionen con sus padres.
En todo caso, así como existen esas “mañas”, también nuestras leyes tienen “mañas”, en el sentido de que hemos otorgado una cantidad importante de atribuciones a los tribunales de familia, tanto a los magistrados como a los equipos técnicos. Por consiguiente, si seguimos entregándoles más atribuciones, que, estimo, son nobles, cabe preguntar: ¿Les estamos entregando también los recursos necesarios? ¿Les estamos entregando más profesionales, para que cumplan sus objetivos? ¿Les estamos entregando nuevos equipos técnicos o creando nuevas salas?
Ciertamente, se han aprobado proyectos simbólicos e interesantes en este ámbito, pero también deberían ir de la mano con los recursos necesarios para que los tribunales de familia, en particular, cuenten con las herramientas para su implementación.
Por eso, hago un llamado al Ejecutivo, y muy especialmente a los diputados, a fin de que presenten las indicaciones correspondientes en relación con los tribunales de familia.
Podemos tener toda la voluntad del mundo y puede sernos fácil legislar -el papel aguanta todo-, pero no debemos olvidar que la realidad tiene nombre y apellido: mujeres y hombres que esperan, cada mañana, en los tribunales, a cientos de personas con un drama familiar. Muchas veces esos hombres y mujeres corren de un lado para otro, o interrumpen una audiencia, porque el tiempo no les alcanza y porque no tienen los recursos necesarios para desarrollar su labor.
Si queremos que nuestros niños estén bien y tengan seguridad y resguardo, debemos empezar también, en iguales condiciones, por legislar para que los tribunales de familia cuenten con los recursos necesarios para hacer cumplir las medidas respecto de las cuales estamos legislando con la mejor de las intenciones, y cuyo objeto, en el caso de la presente iniciativa, es resguardar el cariño y el amor, para que nuestros niños sean hombres de bien para el mañana.
He dicho.
El señor MULET (Vicepresidente).-
Ha terminado el tiempo destinado al Orden del Día. En consecuencia, la discusión del proyecto continuará en la sesión ordinaria de mañana.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/684381
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/684381/seccion/akn684381-po1-ds40