-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/689138/seccion/akn689138-po1-ds37-ds105
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4533
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/1
- bcnres:tieneReferencia = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/4533
- rdf:value = " El señor SALDÍVAR.-
Señor Presidente, hoy en la Sala ratificaremos la decisión de la Comisión de Constitución. Aprobaremos la rebaja a la dieta parlamentaria a pesar de las críticas por parte de parlamentarios que se han opuesto siempre a esta iniciativa, que en lo absoluto es nueva, pues han sido presentados numerosos proyectos de ley sobre la misma.
Señor Presidente, la dieta parlamentaria busca nivelar las condiciones entre las distintas personas que acceden a cargos de elección popular; que sea atractivo para cualquier persona el ser representante del pueblo y evitar el cohecho, la corrupción, pero que lamentablemente la historia demostró que no importa el monto, siempre la corrupción rondará a quienes toman decisiones, por lo que el factor económico es en la práctica irrelevante, es una cuestión de principios éticos. Quienes nos dedicamos a la actividad política nos movemos por impulsos altruistas, que buscan el beneficio de la comunidad y del país, no de nuestros bolsillos. Esa es mi convicción.
Hay quienes han dicho que incluso no deberían ser remuneradas las tareas de representación, lo cual no hace más que poner en evidencia una verdad que ya fue señalada por Max Weber , que dice relación con que existen personas que viven para la política y quienes viven de la política. A pesar de lo impopular que resulta la dieta parlamentaria, de no existir solo serían representantes personas adineradas, sin necesidades resueltas que le signifiquen preocupaciones, retrotrayéndonos cientos, incluso miles de años de evolución social, pues recordemos que en la Grecia antigua solo eran ciudadanos los hombres libres, es decir, aquellos que estaban liberados del trabajo manual, dejando fuera a todo aquel que necesitara para subsistir de trabajar.
Señor Presidente, en nuestro país hay una desigualdad enorme, personas que se endeudan para comprar una canasta básica en el supermercado; una desigualdad que implica que aunque se tenga trabajo, este no es suficiente para costear la vida moderna, donde el individualismo y el arribismo han sido la tónica durante las últimas décadas. Mientras esto le ocurre a la gran parte de la población, las dietas parlamentarias y los sueldos de gobierno iban en aumento, tomando en consideración los gastos asociados a la representación, lo cual considero que ha sido mal utilizado por algunos.
Mientras nosotros somos muy bien remunerados, afuera de estas murallas hay personas que lo pasan muy mal, incluyendo a profesionales con talento. Eso a gran parte de la población le hartó.
Señor Presidente, llevamos semanas de descontento social, decenas de marchas y distintas manifestaciones en donde, en palabras de Chomsky, el “precariado” se ha manifestado en contra de toda una institucionalidad que se levantó para dar viabilidad al modelo económico, con consignas de "no son treinta pesos, son treinta años", donde se profundizó la segregación, la división y la atomización de la sociedad. Este año nos recuerda que el descontento estaba allí latente; hoy hemos vuelto a escuchar la palabra “pueblo”, una palabra en desuso por los políticos.
No me cabe la menor duda de que salir de esta crisis institucional debe significar un nuevo trato social, en que los poderosos entreguen mejores condiciones para la población, mejoras salariales, mayor poder adquisitivo, más derechos, mejor calidad de vida, una vida digna y, como dicen, “hasta que la dignidad se haga costumbre”.
Estoy absolutamente convencido de que rebajar la dieta no soluciona el problema, pero es un paso, el que debemos dar nosotros como ejemplo. No podemos financiar con dinero de todos los chilenos a nuevos ricos. Recordemos que solo el 5 por ciento de los trabajadores de Chile tiene ingresos superiores al millón y medio de pesos, muy por debajo de la dieta parlamentaria. Además, debemos avanzar en reducir la desigualdad en todas las industrias y que haya más igualdad. Solo así tendremos un nuevo pacto, un nuevo trato que dé legitimidad al sistema impuesto.
Señor Presidente, espero que nuestros colegas parlamentarios compartan esta visión y el compromiso de ayudar a construir un Chile fraterno, inclusivo, equitativo y sin privilegios.
Por todo lo dicho anteriormente, anuncio mi voto a favor.
He dicho.
"
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/689138/seccion/akn689138-po1-ds37
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/689138