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La señora CARVAJAL, doña M.ª Loreto (Vicepresidenta).-
Tiene la palabra el diputado Ricardo Celis .
El señor CELIS (don Ricardo).-
Señora Presidenta, ya había planteado la necesidad de que revisáramos la reducción de la dieta parlamentaria, porque en nuestros distritos nos estaban preguntando, además de por todos los temas que se están viendo, sobre lo que pasa con la dieta parlamentaria.
Debo coincidir con algunas cosas que se han dicho. Aquí hay una discusión algo mentirosa, pues se dicen cosas que en realidad están encubiertas.
Primero, quiero señalar que la dieta es igual a una remuneración, y que los 20 millones de pesos que incluyen a nuestros asesores no es el monto de nuestra dieta, que lo que realmente recibimos por concepto de dieta son 9.400.000 pesos brutos, y 6 millones y fracción líquidos.
No obstante, la labor que debemos cumplir, nuestra acción y función parlamentaria, que consiste en legislar, fiscalizar y representar, supone ciertos gastos que debieran institucionalizarse, de modo que sea la Cámara de Diputados la que se haga responsable de esos elementos, en el sentido, por ejemplo, de a quién se contrata. En ningún caso deberían entregarnos a nosotros esos dineros para que los administremos.
Entonces, lo que percibimos, que equivale a nuestra remuneración, es una dieta, y su monto no es el que mucha gente cree, sino bastante menos.
Aquí ha habido un intento claro de empatar situaciones que tienen que ver con nuestros equipos y con la gente con quienes trabajamos, con quienes nos permiten hacer el trabajo en terreno en los distritos, de modo honesto.
Estamos haciendo nuestra pega, estamos haciendo lo que la gente que nos eligió, que es la gente a la que representamos, nos mandató hacer.
No es menor nuestra tarea de representación en el distrito, así como tampoco es menor lo que hacen nuestros asesores. Por lo tanto, meterlos a ellos en un mismo saco me parece una injusticia enorme, porque no tiene nada que ver ese asunto con este; son cosas totalmente distintas.
Que hayan ocurrido cosas como las que aquí se han mencionado, en el sentido de que hay quienes han mal usado el dinero en alguna oportunidad, que han usado el dinero para otros fines, es otro cuento.
En sentido estricto, en lo que corresponde a la tarea propia, necesitamos equipos para trabajar, y frente a eso, como aquí se ha expresado, se ha presentado una indicación que es un chantaje en respuesta a una propuesta que se hizo desde el Frente Amplio.
¿Qué sentido tiene que hoy nos reduzcamos por dos meses la dieta en 50 por ciento, cuando en dos meses más o en marzo el monto será distinto?
La idea central de este proyecto es lo más valioso, el punto central: que no seamos nosotros los que fijemos nuestra remuneración. No estoy dispuesto a autofijar nuestra remuneración. Eso es para mí lo central de esta iniciativa.
Venir a mentirle a la gente o decirle que vamos a reducir por dos meses tal monto y que luego vendrá un organismo y tomará una decisión distinta hará que la ciudadanía se sienta doble o triplemente engañada; pensará que nos concertamos o que hicimos quizás qué cosa. Debemos tener presente que la gente no nos tiene confianza, así que pensará mal de nuestra decisión.
Hay que ser claros en eso, porque son dos cuestiones distintas. Lo primero, que es lo más valioso, es que se saca la decisión desde el Congreso Nacional para que la dieta la fije una entidad autónoma; lo segundo, que esto se debe aplicar a todas las altas autoridades de la república.
También considero necesario señalar que, en mi opinión, nadie puede ganar más que el Presidente de la República. Es como lo lógico, por lo que cualquier persona debe pensar así; es parte del sentido común. Pero comenzar a colocarle flecos a esta cosa, como si fuera un árbol de pascua, solo con el sentido de empatar, no me parece lo adecuado.
Otro asunto particularmente relevante corresponde a la existencia de asesores y funcionarios del Estado que ganan tanto o más que un parlamentario, incluso más que el Presidente de la República. Eso es inaceptable, pero no se aborda en este proyecto, en esta reforma constitucional.
Ya lo dije en una oportunidad: abordemos ese tema y que sea un órgano autónomo el que fije el monto de la dieta.
He dicho.
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