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El señor PAULSEN (Presidente).-
Corresponde tratar en particular el proyecto de reforma constitucional, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, iniciado en mociones refundidas, que modifica la Carta Fundamental para incorporar como parte del derecho a la seguridad social la facultad de los afiliados a un sistema de capitalización individual de retirar parte de sus fondos previsionales durante la vigencia de un estado de excepción constitucional de catástrofe.
Por acuerdo de los Comités Parlamentarios, este proyecto iniciará su discusión en particular en la presente sesión, pudiendo las diputadas y los diputados inscribirse hasta las 12:30 horas de hoy para intervenir por un máximo de hasta tres minutos.
Su discusión continuará en el Orden del Día de la sesión ordinaria del miércoles 15 de julio y se votará en ella.
Diputado informante de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento es el señor Marcos Ilabaca .
Antecedentes:
-Segundo informe Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento. Documentos de la Cuenta Nº 5 de este boletín de sesiones.
-El primer informe de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento se rindió en la sesión 39ª de la presente legislatura, en miércoles 8 de julio de 2020.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado informante.
El señor ILABACA (de pie).-
Señor Presidente, en representación de la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento, paso a informar sobre el proyecto de reforma constitucional, en primer trámite constitucional y segundo reglamentario, de origen en mociones refundidas, que permite el retiro excepcional de los fondos acumulados en las cuentas de capitalización individual, en las condiciones que indica, y mandata la creación de un fondo colectivo solidario de pensiones.
Autores de las mociones refundidas
Son autores de la moción del boletín N° 13501-7, los diputados René Alinco , Jaime Mulet , Alejandra Sepúlveda y Esteban Velásquez ; de la moción del boletín N° 13617-07, los diputados Karim Bianchi , Renato Garín , Pamela Jiles , Patricio Rosas , Gastón Saavedra , René Saffirio y Leonardo Soto , y de la moción del boletín N° 13627-07, los diputados Loreto Carvajal , Ricardo Celis , Cristina Girardi , Rodrigo González , Tucapel Jiménez , Carolina Marzán , Andrea Parra y Raúl Soto .
La Cámara de Diputados, en su sesión ordinaria celebrada el 8 de julio de 2020, aprobó en general el proyecto de reforma constitucional de la referencia, por 95 votos a favor, de un total de 155 diputados en ejercicio.
De acuerdo con lo preceptuado en el artículo 130 del Reglamento, el proyecto de ley, con todas las indicaciones cursadas durante su tramitación, fue remitido a esta comisión para su segundo informe reglamentario.
En este trámite, la comisión debatió las indicaciones presentadas tanto en la Sala como ante la propia comisión, y decidió perseverar en el texto aprobado en el primer trámite reglamentario, con una modificación que incide en la disposición Trigésima Novena transitoria.
Dicha disposición transitoria dispone que, excepcionalmente, y para mitigar los efectos sociales derivados del estado de excepción constitucional de catástrofe por calamidad pública decretado a causa de la covid-19, se autoriza a los afiliados del sistema privado, regido por el decreto ley N° 3.500, de forma voluntaria y por única vez, a retirar hasta el 10 por ciento de los fondos acumulados en su cuenta de capitalización individual de cotizaciones obligatorias.
La comisión estimó necesario abordar el tema de la eventual sujeción a descuentos por impuestos a la suma retirada por el afiliado, conforme a esta reforma. De manera que se hizo un texto fusionado de las indicaciones que incidían en esta materia en el mismo sentido, aprobándose un nuevo inciso segundo, que dispone que los fondos retirados no constituirán renta o remuneración para ningún efecto legal, de manera que serán pagados de forma íntegra y no estarán afectos a comisiones o descuento alguno por parte de la administradora de fondos de pensiones.
El resto del proyecto se mantuvo en los mismos términos aprobados en el primer trámite legislativo; esto es, se establece un monto máximo de retiro equivalente a 150 unidades de fomento y un mínimo de 35 unidades de fomento. En el evento de que el 10 por ciento de los fondos acumulados por el afiliado sea inferior a 35 unidades de fomento, este podrá retirar hasta dicho monto o, si no alcanza dicha cantidad, retirar la totalidad de los recursos acumulados.
La entrega de los fondos acumulados y autorizados a retirar en virtud del inciso anterior se efectuará de la siguiente manera: el 50 por ciento en un plazo máximo de diez días hábiles desde presentada la solicitud ante la respectiva administradora de fondos de pensiones a que pertenezca al afiliado, y el 50 por ciento restante en el plazo máximo de treinta días hábiles posteriores al desembolso anterior.
Por otra parte, se mantuvo íntegra la segunda disposición constitucional transitoria que se incluye en esta reforma, la Cuadragésima, mediante la cual se crea un fondo solidario de pensiones que se financiará con aporte de los empleadores y del Estado, cuyo objetivo será financiar, bajo criterios de progresividad, complementos de pensiones producto de los montos retirados, conforme al derecho que establece la disposición transitoria anterior.
Cabe recordar que para efectos de lo señalado, el Presidente de la República, en el plazo de un año, contado desde que se publique esta reforma constitucional, deberá enviar un mensaje al Congreso Nacional, en el cual se propondrán la forma y el financiamiento del mencionado fondo solidario colectivo de pensiones.
La administración de dicho fondo será realizada por una entidad pública autónoma, de forma directa y solidaria, procediendo al momento de la jubilación del afiliado a complementar la pensión en la forma que señale la ley respectiva, con el objeto de que el retiro de fondos que autorice esta reforma constitucional no afecte el derecho a la seguridad social establecido por esta Constitución.
Asimismo, la entidad pública autónoma que administre el fondo solidario colectivo de pensiones deberá velar por que las inversiones que se hagan con cargo a esos recursos promuevan la sostenibilidad económica, social y medioambiental del Estado.
Una vez establecida por ley esta entidad pública autónoma, al quinto día hábil, las administradoras de fondos de pensiones le traspasarán el total de los fondos que administran y que no tengan un titular determinado o determinable en ese momento.
También se dispone que, si una ley se dicta antes del plazo que señala el inciso segundo y cumple con lo ya establecido, la obligación impuesta al Presidente de la República se entenderá cumplida.
Finalmente, la comisión acordó cambiar la denominación de este proyecto por la siguiente: proyecto de reforma constitucional refundido, que permite el retiro excepcional de los fondos acumulados de capitalización individual en las condiciones que indica y mandata la creación de un fondo solidario colectivo de pensiones.
Habiendo sido aprobadas estas disposiciones transitorias por la Comisión de Constitución, Legislación, Justicia y Reglamento en la misma forma que en el primer trámite reglamentario, con la única modificación especificada, solicito a la Sala que las apruebe en los mismos términos que propone nuestra comisión.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
En discusión el proyecto. Tiene la palabra, vía telemática, el diputado Luis Pardo .
El señor PARDO (vía telemática).-
Señor Presidente, las familias chilenas están enfrentando una prueba durísima: han visto disminuidos sus ingresos en forma dramática y necesitan urgentemente contar con los recursos mínimos para sobrevivir.
El gobierno ha comprometido un paquete de ayudas para la clase media, que responde con mayor rapidez y realismo a la urgente necesidad que están experimentando.
El proyecto que permite retirar el 10 por ciento de los ahorros previsionales es carísimo para los propios ahorrantes, es regresivo, es desigual y no responde a la urgencia que viven las familias, pues no antes de sesenta días, suponiendo que se apruebe, daría sus primeros resultados.
El proyecto es caro, porque si una persona retira un millón de pesos de su cuenta de ahorro, tendrá, durante veinte años, una pensión inferior en 20.000 pesos. Si, en cambio, esa persona recibe el préstamo solidario del gobierno, pagará 17.000 pesos mensuales, pero solo durante cuatro años, y si queda cesante o no tiene ingresos, dejará de pagar y el saldo se condonará cumplidos los cuatro años.
El retiro de fondos le cuesta al beneficiario 20.000 pesos mensuales durante veinte años, contra 17.000 pesos mensuales durante solo cuatro años, por lo que es manifiestamente caro, y el costo lo paga el ahorrante. Es regresivo, porque exime de impuestos a quienes podrán retirar hasta 4.500.000 pesos. Es desigual, porque los que pertenecen a los grupos de menores ingresos tendrán una caída de 18 por ciento en sus pensiones futuras, mientras que el cinco por ciento de mayores ingresos sufrirán solo una pequeña merma para sus futuras pensiones.
El título del proyecto es engañoso, porque el 65 por ciento de los ahorrantes tiene menos de 5.000.000 de pesos ahorrados, y el proyecto los obliga a retirar un mínimo de 1.000.000 de pesos. Es decir, una persona que tiene 5.000.000 de pesos ahorrados retirará el 20 por ciento de sus ahorros, y así sucesivamente.
El 38 por ciento de los ahorrantes sacará el 50 por ciento de sus ahorros, en tanto que el 27 por ciento de ellos sacará la totalidad de sus ahorros. Es un daño gigantesco para las pensiones de la inmensa mayoría de los supuestos beneficiarios de este proyecto.
Los dos remates de acciones e instrumentos financieros que establece el proyecto implicarán un daño inmediato no solo para el patrimonio de quienes retiren sus ahorros, sino para los patrimonios de todos los ahorros previsionales, golpeando especialmente a quienes están próximos a jubilar.
Si se obliga a liquidar 15.000 millones de dólares en diez días, como establece el proyecto, se perjudicará gravemente el patrimonio de los ahorrantes y se beneficiará a quienes tengan la capacidad económica para comprar a precio de huevo las acciones y los títulos de los supuestos beneficiarios de este proyecto.
Es irresponsable, es populista y es tremendamente engañoso respecto de quienes nos han confiado la responsabilidad de deliberar nuestros asuntos, aprobar un proyecto que, por algo, todos los expertos, de todo el espectro político, han señalado que es tremendamente negativo para quienes precisamente pretende beneficiar.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado Gastón Saavedra .
El señor SAAVEDRA (vía telemática).-
Señor Presidente, en Chile no existe la seguridad social, puesto que el 55 por ciento de los afiliados tiene menos de 5 millones de pesos de ahorro forzoso para su futura jubilación. Por lo tanto, no es cierto el argumento de que las pensiones de los chilenos se volverán paupérrimas debido al retiro del 10 por ciento de los dineros de su fondo de pensión. No es así, porque los chilenos ya están condenados a tener malas pensiones.
Esta mañana me llamó el profesor Jorge Bustos , quien es un ejemplo de lo que hoy es nuestra clase media. Me pidió que aprobásemos el proyecto, porque no veía otra salida a su situación: tiene sus tarjetas reventadas y no puede con las deudas. Agregó que su mujer, ingeniera, estaba condenada a tener una pensión de 240.000 pesos mensuales, y que estaba ayudando a sus hijos, jóvenes emprendedores, a pagar las deudas.
El 68 por ciento de los chilenos tiene deudas y el 26 por ciento de ellos está en mora.
¿Qué ofrece el Presidente de la República? Un préstamo, es decir, seguir con las deudas. No se trata de eso, sino de socorrer a los chilenos que hoy lo están pasando mal. Este es el tiempo de la seguridad social. Este proyecto emprende ese camino, pues transforma profundamente el sistema de previsión en Chile, dejando atrás ese otro proyecto que lo único que hace es continuar sometiendo a todos los chilenos de clase media a más deudas.
El objetivo era crear una renta básica universal de amplia cobertura, con un ingreso que permitiera a la clase media estar más tranquila y poder enfrentar la pandemia de forma segura, pero ¿qué se le entregó? Solo deudas y exclusiones sociales.
Los socialistas vamos a aprobar este proyecto. Lo hacemos con la convicción de que estamos emprendiendo el camino de la seguridad social, pero por sobre todas las cosas estamos entregando oxígeno y un mejor pasar a la clase media, la cual se siente excluida porque no tiene a qué recurrir para enfrentar lo duro de la crisis. En muchos casos están sin trabajo y sin recursos para apoyar a los hijos que emprendieron un negocio o simplemente para apoyar sus propios emprendimientos, porque hoy están paralizados debido a la crisis sanitaria, económica y social, la que, convengamos, también se enfrentó de mala manera por parte del gobierno.
Por lo tanto, hago un llamado a todos a mantener la votación de la semana pasada y sus convicciones. Hoy no le debemos fallar a Chile ni a la clase media, por lo que debemos aprobar este proyecto. Espero que los 95 diputados que votamos a favor cuando se discutió en general, hoy lo hagamos nuevamente en beneficio de millones de chilenos y de sus familias, quienes esperan de su Parlamento y de sus diputados coherencia y plena convicción política respecto de la seguridad social y de un camino seguro para enfrentar la crisis.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado Florcita Alarcón .
El señor ALARCÓN (vía telemática).-
Señor Presidente, quiero enviar un gran saludo a las 19 comunas que conforman el distrito N° 17, que represento, entre ellas Maule , Curicó , Talca, Linares , Constitución, Sagrada familia y Rauco . Sus habitantes deben estar felices por la votación de todos mis colegas diputados la semana pasada, y espero que continúen así con el resultado de la votación que tendremos en esta ocasión, la cual no será olvidada, por lo que hay aquí un buen futuro para los diputados que se quieran reelegir. Hago un brindis por la paz, el amor y la alegría.
En la Sala se ha pedido ser leales para discutir, pero hacer pasar hambre a nuestros electores no es leal. Si bien debemos dar nuestros argumentos con serenidad, no podemos olvidar que nuestra conducta parlamentaria será valorada o juzgada de acuerdo con los beneficios que obtengamos para nuestros electores.
Una pequeña digresión. Con mucha alegría comunico que ya no me quejaré más de la Subtel, pues fue ingresado a la Contraloría el reglamento de la ley N° 21.046, que garantiza un mínimo de velocidad de internet. Tendremos mejor internet en el Congreso Nacional y en todo Chile.
Siguiendo con el tema en cuestión, ¿será razonable, sano, humano o de un creyente en un dios interno, íntimo o luminoso que un Presidente no defienda a sus conciudadanos y electores, y respete más a las administradoras de fondos de pensiones?
Pido que se tenga en consideración que al puerto de San Antonio está llegando una gran cantidad de vehículos y de materiales para la represión del pueblo. No puede ser que se haya gastado plata en estos elementos para reprimir en vez de calmar el hambre de la gente. Tampoco puede ser posible que se envíe un veto al proyecto que prohíbe a las empresas el corte de los suministros básicos a quienes no han podido cancelar sus deudas producto de la pandemia. No se considera que haya enfermos electro dependientes entre ellos.
Debemos votar proyectos de ley que ayuden al pueblo y debemos ser sanos y poderosos de mente, y con esta votación lo ayudaremos. Debemos dejar fuera esa cantidad de materiales represivos que llevan intenciones muy poco sanas, enfermas, por parte de aquel que no quiere a su pueblo y que solo busca defender a los millonarios.
Con paz, fuerza y alegría, y pensando en un Dios bondadoso, íntimo, solidario y luminoso, votaré -ojalá también todos mis colegas de la zona a favor el proyecto.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Issa Kort .
El señor KORT.-
Señor Presidente, sin duda, Chile enfrenta una crisis profunda. Esta crisis no solo es sanitaria, y tampoco es solo económica, social o política; Chile enfrenta una crisis moral. Lo digo reflexivamente, pensando en cómo actúa el Parlamento, que ha dejado de lado todo principio político y el fair play y está usando la angustia y la desesperación de la ciudadanía, especialmente de la clase media y del mundo popular, para, entre gallos y medianoche, aprobar una reforma constitucional eminentemente ideológica. Eso no se puede permitir.
Digamos las cosas como son y con todas sus letras: esta es una reforma ideológica que han puesto en debate aprovechándose del dolor y del sufrimiento de un pueblo. Eso es inaceptable y estoy seguro de que la historia los juzgará. ¿Por qué lo digo? Porque se le están entregando falsas expectativas a la gente, haciéndole creer que este beneficio resolverá todos sus problemas, pero ello no es así. Se dice que quienes menos tienen, más soluciones obtendrán, lo que también es mentira. Díganle a los electores que este proyecto, tal como está en su discusión particular, beneficia a aquellos que menos lo necesitan, es decir, a los que tienen más recursos.
Ante una situación de crisis como la que enfrenta nuestro país, debemos reflexionar sobre lo que estamos haciendo, tanto desde el punto de vista individual como institucional, como Congreso Nacional.
Lamentablemente, este es un triste chantaje a la ciudadanía, porque con este proyecto de reforma constitucional –insisto el Parlamento da un paso ideológico en aquellas propuestas que la gente no estuvo dispuesta a apoyar en la última elección. Estoy disponible para hacer una reforma al sistema de pensiones cuando quieran y como quieran, pero con un debate pensado en eso. No acepto presiones, amenazas ni chantajes.
Por ello, votaré con absoluta convicción en contra este proyecto de reforma constitucional.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, por vía telemática, el diputado José Miguel Ortiz .
El señor ORTIZ (vía telemática).-
Señor Presidente, esta crisis económica está afectando con más fuerza a la heterogénea clase media chilena, que está viendo en soledad y con angustia cómo pierde el empleo, cómo se queda sin ingresos para sobrevivir o cómo su microempresa está al borde de la quiebra y sin la mínima ayuda estatal hasta este momento.
Yo fui parte de lo que significó un trabajo de dos semanas, en que fijamos un marco de entendimiento. Fueron tres partidos políticos y yo representé a la Democracia Cristiana.
Nunca se abordó en forma profunda el tema de las AFP. Tengo claridad y fortaleza para señalar que aprobaré el proyecto de ley.
Hemos apoyado todas las otras medidas anunciadas. Mejoramos el IFE 2.0; hicimos todos los esfuerzos necesarios para que efectivamente hubiera un fondo de salud grande, un aporte para los municipios y una serie de otros beneficios. Pero ¿cuál es la realidad del día de hoy? Llevan nueve días amenazándonos con que llegará un gran paquete de ayuda y de subsidios dirigidos a la clase media. Sin embargo, aún no ha ingresado ningún proyecto de ley. Lo demás es mentira.
Estoy convencido de que la crisis que afecta a la clase media no se resuelve con anuncios de nuevos préstamos que, hasta el día de hoy, no existen. Las familias están sobre endeudadas y viven con el sobregiro de las líneas de crédito. ¡No quieren más deudas! Incluso, el Banco Central ha señalado que el endeudamiento promedio alcanza el 75 por ciento de los ingresos de cada familia. Hasta la Superintendencia de Pensiones reconoce que el efecto sería entre el 5 y 10 por ciento, según sea la edad y el monto acumulado.
No nos quisieron escuchar en enero de 2018, cuando planteamos una buena solución.
Con mucha fuerza y teniendo claro que hacemos lo correcto, votaré a favor el proyecto, porque Chile requiere defender su clase media. Más que nunca creemos que hay que dar la libertad para que las personas decidan y opten por lo que es mejor para su familias, porque ellas son las que viven el día a día.
Repito que votaré a favor el proyecto en particular.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Carmen Hertz .
La señora HERTZ (doña Carmen) [vía telemática].-
Señor Presidente, autorizar un retiro voluntario y excepcional del fondo solo significa que quienes se lo han apropiado devuelvan una parte miserable a sus legítimos propietarios, hundidos en una catástrofe social y económica sin precedentes. Eso merma en algo el abuso que ha significado desviar durante décadas salarios para financiar a empresarios a costa de la miseria de los jubilados, porque sus pensiones son míseras hoy, lo serán mañana y lo serán en el futuro.
Algo que las AFP no informan y sus lobbistas tampoco es que el fondo de las AFP no financia las pensiones, sino que financia inversiones empresariales y cobro de sus gestores. El más grueso de estos últimos son las primas netas de las compañías de seguro con las cuales se subcontrata el pago de la mayor parte de las pensiones. Para ello, les han transferido el equivalente a la mitad de las cotizaciones recaudadas desde que se creó el sistema en 1981. La mitad de ese enorme flujo fresco de dinero ha sido embolsado, principalmente, por cuatro grupos nacionales del círculo cercano al Presidente de la República. Además, según ha constatado la Fundación Sol, son los beneficiarios de la cuarta parte de las inversiones de los fondos de AFP en empresas nacionales.
¿Cómo se financian las pensiones en Chile? Se financian con endeudamiento fiscal, con impuestos generales y con cotizaciones corrientes, no con ahorro forzoso. El fisco financia tres cuartas partes del gasto nacional en pensiones, incluida una mitad que paga directamente y un tercio de la otra mitad que pagan las AFP. El fisco destina a ello un quinto de su presupuesto, el que financia con deuda e impuestos corrientes, principalmente con el IVA. Las AFP financian el cuarto restante del gasto nacional en pensiones, con el equivalente a un tercio de las cotizaciones corrientes. Es decir, el gasto nacional en pensiones lo financian, principalmente, los trabajadores y trabajadoras de este país con el pago cotidiano del IVA y con parte de sus cotizaciones corrientes.
El sistema fracasado de las AFP, que sí fue impuesto por una visión ideológica, en un momento en que era imposible oponerse, no asegura nada. ¡Nada!…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señora diputada. Tiene la palabra la diputada Carolina Marzán .
La señora MARZÁN (doña Carolina) [vía telemática].-
Señor Presidente, cito: “…la política, por un lado, y la técnica y el marco institucional, por el otro, están en un proceso de preocupante desconexión���”. El párrafo anterior corresponde a la bajada de una publicación que apareció hace un par de días en un periódico de circulación nacional bajo el título de “Aún es tiempo de rectificar el rumbo”.
Me pregunto: ¿dónde estaban esas mismas personas -ahora deben estar pegadas al televisor mirando esta discusión cuando había que pronunciarse sobre rectificar el rumbo de las grandes empresas que se acogieron a la ley de protección del empleo? Al parecer, no había mucho que enmendar ahí, sino solamente ver cómo pasaban las cosas.
En este caso es distinto, pues hay una preocupación exacerbada por las pensiones futuras que no había visto nunca y se auguran los peores tiempos a partir de la aprobación de esta medida.
Yo les digo que los peores tiempos se combaten desde hoy. Háblenle de peores tiempos a quien no tiene qué comer, a quien vive en el hacinamiento, a la mal llamada clase media, que son pobres con acceso a créditos que no pueden pagar y que ven cómo, de manera inevitable, sus cercanos se enferman y mueren.
La tónica de este año ha sido lamentable. Hemos ido legislando sobre la base de la insuficiencia del gobierno, desde la debilidad del Estado. Nosotros, como oposición, hemos planteado esta solución como viable. Se han sumado la voluntad, la visión y la empatía de muchos parlamentarios y parlamentarias del oficialismo para que las personas puedan retirar sus fondos de manera voluntaria.
Es una propuesta desde lo individual, lo que parece un contrasentido, que se forja desde una contradicción aparente, incluso ideológica -propiedad privada versus Estado-, pero el tema va más allá: se trata de realidad, de conexión con la comunidad y de conocer las reales demandas que la pandemia ha develado como un grave síntoma del modelo.
La necesidad de las personas no encuentra su respuesta en el Estado, como está concebido en nuestro país, y cada uno está obligado a enfrentar el problema de manera individual.
Se dice que es populismo puro, pero el punto radica en preguntarse por qué el tema ha adquirido tanta relevancia, por qué es tan popular, por qué es demagógico hablar de ello y por qué se auguran los peores tiempos de aprobarse esta medida. ¿El proyecto sería tan popular y tendría tantos adeptos si el sistema de pensiones en Chile funcionara bien? ¿Tendría este sistema tantos guardianes sin interés personal si solo los guiara la preocupación por el beneficio y bienestar de todos los chilenos y chilenas?
Si hoy nos dicen que se viene lo peor, si nos dicen que esto es pan para hoy y hambre para mañana, no nos preocupemos, pues quienes lo señalan son los mismos que anunciaron los tiempos mejores.
¡Qué ironía!
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Sebastián Álvarez .
El señor ÁLVAREZ (don Sebastián) [vía telemática].-
Señor Presidente, soy hijo de una familia de clase media; he sido emprendedor, trabajador por cuenta propia y empleado, y sé lo que es estar endeudado. Actualmente, tres de mis hermanos están cesantes y con sus familias a la deriva.
Acá no estoy para defender a las AFP y su sistema, sino para defender las pensiones de los trabajadores y la seguridad social de los chilenos.
Hoy, me habría gustado estar votando la reforma que amplía la solidaridad, que aumenta la cotización y que crea el ente estatal que aprobamos en enero y que aún está parado en el Senado.
Lamentablemente, este proyecto tiene letra chica, porque va a perjudicar las pensiones de la clase media vulnerable y de los más pobres, y, a su vez, aumentará desproporcionalmente el ahorro en las pensiones de los más ricos. El 27 por ciento de los afiliados a las AFP sacará menos de un millón de pesos, que es el ciento por ciento de sus ahorros; el 42 por ciento sacará un millón, que en promedio es el 44 por ciento de sus ahorros, es decir, el 69 por ciento de los afiliados vería dañadas sus ya malas pensiones.
Por el contrario, el proyecto constituye un incentivo para que el 30 por ciento de las personas con mayores ahorros retire su dinero sin pagar impuestos y lo meta en una cuenta de ahorro previsional voluntario (APV), para recibir hasta 66 por ciento de rentabilidad al año siguiente.
El proyecto es poco transparente, porque no exige que la Superintendencia de Pensiones explique a las personas el efecto que eso tendrá en su futura pensión y tampoco deja claro cómo será el reintegro de los fondos a quienes los hayan retirado.
¿Les vamos a cargar a las mipes y pymes, que hoy son las más afectadas, el costo de esta reforma? Porque el 90 por ciento del empleo proviene de esas empresas, que son justamente el corazón de la clase media.
Uno se pregunta por qué no se definió un retiro único e igualitario de hasta un millón de pesos para todos los chilenos, en lugar de esta lógica de privilegios para algunos por sobre otros.
El proyecto es curioso, por decir lo menos. Se habla de desigualdad, pero la propuesta que presentan permitirá a los diputados, a los senadores y a las personas con mayores rentas hacer magia tributaria para obtener mejores jubilaciones. Hoy veo que muchos rasgan vestiduras contra las AFP, pero justamente con sus votos se ha modificado el sistema desde los años 90 hasta hoy y perjudicaron las pensiones. Y hoy, con otra lógica discursiva, utilizando el contexto de pandemia y la necesidad de las personas, votarán por disminuir aún más el precario sistema de pensiones de Chile.
En tiempos difíciles es cuando más se requieren reformas y cambios serios que mejoren las pensiones a corto y mediano plazo, y no reformas que afectarán a miles de chilenos que jubilarán en los próximos cinco años.
Estoy por una reforma al sistema, por incorporar una AFP estatal, por integrar un porcentaje a un fondo solidario, por aumentar el monto de las cotizaciones, por posibilitar los retiros en caso de enfermedad terminal y por definir el traspaso a los herederos en caso de fallecimiento del titular. Estoy por mejorar las pensiones.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra la diputada Marcela Hernando .
La señora HERNANDO (doña Marcela) [vía telemática].-
Señor Presidente, el Presidente Piñera ha conseguido un milagro sin quererlo: logró que todos los sectores políticos del país, incluida la clase empresarial, la oligarquía criolla, la tan manoseada clase media y hasta los siempre olvidados sectores populares estén totalmente de acuerdo en algo: es una mala idea que las personas deban retirar el 10 por ciento de sus fondos de jubilación para sortear esta dura crisis que nos trajo el coronavirus. Es terrible, es injusto y no corresponde que las personas se vean obligadas a dar ese paso para poder comer y abrigarse.
Esa coincidencia de pensamientos es el resultado de una mala acción, de una decisión que no es piadosa ni cristiana, que fue impulsada por el mismo Ejecutivo que dirige nuestro Presidente.
Ninguno de los aquí presentes hubiese querido recurrir a ese mecanismo para paliar las necesidades más básicas de nuestros compatriotas. Llegamos a esta medida desesperada porque nuestro pueblo, nuestra clase media, los profesionales, están desesperados, y nadie en su sano juicio puede pretender mitigar el hambre y el frío con una cajita. Una caja de alimentos es una bofetada en el rostro de un pueblo digno.
Porque cuando no hay con qué parar la olla, porque se acabó el sueldo y no se puede salir a trabajar porque estamos en cuarentena, no queda más alternativa que recurrir a los ahorros.
Eso es lo que estamos permitiendo que hagan ahora las personas: que saquen el 10 por ciento de los ahorros que tenían reservados para su jubilación, para poder comer y pagar deudas. Porque el Presidente Piñera ni siquiera quiere promulgar un proyecto de ley que prohíba que las empresas distribuidoras corten el suministro de agua o de energía eléctrica a las personas que, producto de la pandemia, no pueden pagar esas cuentas.
Para terminar, quiero ser muy clara en mi declaración: apoyo el retiro de fondos no porque sea la mejor alternativa, sino porque, dentro de todo el paquete de indignidades a las que se ha sometido a nuestro pueblo, es la alternativa más digna. Ya el 18 de octubre el grito se escuchó fuerte y claro: “¡No más abusos!”, porque, como dijo alguna vez el Presidente Pedro Aguirre Cerda , si en este momento hiciera lo contrario, sentiría una profunda angustia en mi espíritu, ya que imagino que la población general, a la que adoro tanto y en la que he invertido gran cantidad de energía en mi vida, podría pensar que la he engañado.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Diego Schalper .
El señor SCHALPER.-
Señor Presidente, hoy tenemos un problema muy complicado, porque es evidente que hay personas que están sufriendo angustia, hambre y desesperación. Eso no es exclusivo de Chile, porque estamos enfrentando una pandemia de ribetes mundiales, pero sí hay algunas cosas que sí son exclusivas de Chile.
Es exclusivo de Chile tener un Parlamento que dejó de parlamentar, donde existen colegas que extorsionan a otros a través de las redes sociales, donde el atrincheramiento, la cuña para la galería, la falta de reflexión, el insulto y la descalificación se han instalado como las maneras de conversar.
Un Parlamento que deja de parlamentar, de conversar, de reflexionar deja de tener sentido y, peor que eso, debilita la democracia. Eso es lo que nos estamos jugando. Revertir eso requiere de liderazgo político; nunca es tarde para volver a recordarlo.
Es exclusivo de Chile tener un sistema previsional tan desprestigiado. En eso se entremezcla la falta de eficacia en las reformas, especialmente por parte de aquellos que han gobernado veinticinco de los últimos treinta años.
Tenemos trabajo por hacer. Nuestro gobierno debiese calificar con discusión inmediata la reforma previsional. Sé que aquí probablemente no vamos a contar con los votos favorables de la oposición, pero es mejor perder con las reformas propias que vivir dependiendo del beneplácito ajeno.
Es exclusivo de Chile tener sectores de izquierda que argumentan en contradicción a la seguridad social, a las luchas y conquistas de sus predecesores.
El otro día alguien me dijo: “Cuesta creer que escuchamos a la diputada Carmen Hertz argumentar desde la propiedad privada y la libertad empresarial y de elegir”. Es simplemente sorprendente.
Como dice Mark Lilla , un autor que valdría la pena leer, la izquierda se ha dejado seducir por visiones neoliberales e individualistas, y ha abandonado la mirada comunitaria. Aunque les cueste escucharlo, esa es la pura y santa verdad.
(Aplausos)
Nunca imaginé a la diputada Karol Cariola aplaudiendo a Mark Lilla. Esa es una de las grandes novedades de esta discusión.
Es exclusivo de Chile que se legisle sin considerar la evidencia o prefiriendo mirar para el techo. Hasta los asesores del Frente Amplio, como la señora Claudia Sanhueza , han dejado claro que no es una buena idea meter la mano al bolsillo a los ahorros de los trabajadores para sortear esta crisis.
El retiro del 10 por ciento -digámoslo fuerte y claro es decirle a la clase media que se rasque con sus propias uñas; es decirle a los pensionados que tendrán pensiones aún peores.
¿Les han dicho a los chilenos que ese retiro demorará mucho tiempo o les siguen vendiendo humo diciendo que podrán hacerlo de la noche a la mañana?
Esperamos con ansias los planteamientos del Presidente Piñera , que dejarán claro que, para nuestro gobierno, esta crisis se sortea con recursos del Estado y no metiendo la mano al bolsillo de los ahorros de los trabajadores.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Luis Rocafull .
El señor ROCAFULL.-
Señor Presidente, la semana pasada voté totalmente seguro de lo que estaba haciendo y diciendo, y hoy, después de retornar de mi Región de Arica y Parinacota, esa región que sale muy poco en los matinales -casi nunca-, de la que casi nunca se habla y que es la más distante del país, llego más convencido que nunca a votar a favor en particular. Después de ver las ollas solidarias, las ollas comunes; después de ver el show que hizo el ministro de Salud y las autoridades regionales, cuando dijeron que no iba a haber cuarentena, y después la subsecretaria dice que habría cuarentena; justamente por esa gente hoy voy a votar a favor.
También voy a votar a favor no por los argumentos que la derecha ha entregado acá, sacando las cuentas del APV, de los impuestos, de los que ganan o pueden perder, sino por el mandato entregado por la comunidad, la ciudadanía. La ciudadanía nos mandó hoy a votar a favor esta iniciativa; la ciudadanía, en más del 87 por ciento, está diciendo que no nos cree ni a nosotros ni al Presidente, y quiere hacer lo que ella decidió. Hoy, la ciudadanía mandata tener la posibilidad de retirar esos fondos, y no somos nosotros los que vamos a prohibir o restringir esa posibilidad. No vaya a pasar lo mismo que con el alza de los 30 pesos en el precio del pasaje del metro, que en algún momento quiso proponer Piñera .
Hoy procederemos por nuestro país, por nuestra gente, por la dignidad de la gente, por lo que esta ha mandado al decir: “No se trata solamente de si tenemos un poco más de plata para subsistir; significa que estamos cansados de lo que el gobierno y ustedes, los parlamentarios, hacen. Por lo tanto, lo que queremos hoy es nuestra plata, que nosotros podamos decidir lo que vamos a hacer con nuestra plata, y que no sean los diputados, los senadores ni el Presidente de la República quienes nos vengan a decir cómo hacer las cosas”.
La gente se cansó, señor Presidente; la gente está cansada de nosotros, está agotada.
Por lo tanto, lo que hoy tenemos que hacer es cumplir con el mandato de la ciudadanía.
La bancada socialista en pleno va a votar a favor la iniciativa que faculta el retiro de hasta el 10 por ciento de los fondos ahorrados en las AFP, lo que también van a hacer todos los senadores socialistas y todos los senadores de oposición.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don Mario Venegas Cárdenas .
El señor VENEGAS (vía telemática).-
Señor Presidente, por su intermedio saludo a todos mis colegas y a todos los que siguen esta sesión.
Quiero recordar que en esta sesión estamos conociendo las indicaciones que fueron discutidas y aprobadas en la Comisión de Constitución, y que la iniciativa se deberá votar mañana en particular, porque el proyecto fue aprobado en general la semana anterior.
Es importante señalar que las indicaciones son, fundamentalmente, dos: La primera establece que, para todos los efectos, este retiro, de hasta un 10 por ciento, no constituirá renta o remuneración. Por lo tanto, no estará afecto a ningún tipo de descuento, es decir, deberá entregarse íntegramente. Se trata, a mi juicio, de una gran decisión, que respaldo.
La segunda propone cambiar el nombre del proyecto para hacerlo más consistente con su idea matriz.
También quiero señalar que recibí con gran satisfacción la noticia de que primó la cordura frente a lo que un parlamentario o parlamentarios querían introducir: una indicación para excluir de esta ley en proyecto a todos los funcionarios públicos y municipales, y a los que tuvieran alguna relación con el Estado. ¡Qué gran error habría sido! Afortunadamente, primó la cordura: la retiraron y ni siquiera se tuvo que discutir.
Durante esta semana hemos asistido a una verdadera campaña del terror, proveniente del gobierno, de parlamentarios del gobierno y de un conjunto de instituciones “interesadas”. Hay conflicto de intereses. Cuando las AFP mandan una carta a cada uno de los afiliados, en una campaña millonaria, supongo, están interviniendo directamente. Cuando el conjunto de los empresarios hacen un inserto en la prensa para hablar de lo malo que es este proyecto, ¿qué intereses están defendiendo? Los propios, por cierto, y todo lo que eso significa.
Entonces, no puedo obviar decir que tenemos que estar libres de aquello. En mi caso, estoy convencido de que voté bien la semana anterior, voto que voy a reiterar mañana.
Para terminar, deseo señalar que no tratemos a los chilenos y chilenas como niños: tratémoslos como adultos, y permitamos que ellos puedan decidir, en conciencia, si hacen uso o no del derecho que les otorga este proyecto de reforma constitucional. Ellos resolverán libremente; ese es, finalmente, el propósito de la política.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado don René Alinco Bustos .
El señor ALINCO (vía telemática).-
Señor Presidente, reitero lo que dije la semana pasada: este es un proyecto humano, un proyecto social, un proyecto digno, porque trata, desde su nacimiento, con ideas propuestas por los trabajadores y, lo más importante, estamos hablando de plata de los propios trabajadores y trabajadoras chilenos.
La situación está difícil. Las presiones y el lobby que está haciendo el Ejecutivo respecto de sus propios parlamentarios, a los cuales no les está dando la libertad de pensar y de actuar, es realmente increíble. Seguramente mañana muchos de los que están dispuestos o que estuvieron dispuestos a apoyar este proyecto digno, van a cambiar su votación o se van a abstener. A ellos les hago un llamado: la abstención es votar en contra de los trabajadores y trabajadoras chilenos.
Desde ayer el gobierno viene promoviendo y haciendo grandes anuncios asistencialistas, lo que, seguramente, va a seguir haciendo hoy. Los trabajadores no se van a convencer con una canasta familiar más. Las contradicciones: dan una canasta a los trabajadores y trabajadoras, y les niegan hacer uso de su propio dinero, que con mucho esfuerzo han ahorrado. Les ofrecen un préstamo, cuando los trabajadores y trabajadoras chilenos están hasta la coronilla de deudas. No quieren ni queremos más préstamos, sino un poco de libertad para poder tomar la decisión de usar como nosotros queramos, como los trabajadores quieran, sus propios dineros. Sin lugar a dudas, ellos los van a usar para su subsistencia, no para comprar autos, como dijo el diputado Pepe Auth , ni para hacer negocios, como dijo otro diputado por ahí.
¿Por qué la derecha y el gobierno no quieren que los funcionarios públicos tengan acceso a este beneficio? ¿Por qué? ¿No son chilenos y chilenas igual que todos?
Por lo tanto, hago un llamado a los diputados y diputadas de gobierno que tienen conciencia social, que también sufren y vibran con el hambre del vecino, del poblador, del campesino, del pescador artesanal: no cedan ante presiones, no cedan ante las amenazas de su propio gobierno. A nosotros también nos pasó en alguna época.
Este proyecto es crucial para mantener el beneficio a la gente, mantener la dignidad de los trabajadores…
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado don Raúl Soto Mardones .
El señor SOTO (don Raúl).-
Señor Presidente, en verdad este no es solo un debate técnico, tampoco un debate solamente político: este proyecto también significa un debate humanitario. Los que voten en contra, votarán en contra de un proyecto humanitario que busca entregar ayuda económica a las familias chilenas de clase media, también de sectores vulnerables, haciendo justicia y permitiendo que sean los propios afiliados los que, libremente -repito: libremente-, puedan ocupar -si así lo estiman debido a las necesidades que tienen su 10 por ciento, sus ahorros, aquello que les pertenece. Ni el gobierno, ni las AFP ni el Parlamento tienen el derecho a negarles esa posibilidad. No tienen ese derecho, señor Presidente, por algo tan sencillo como que son los ahorros de los trabajadores.
Aquellos que defienden siempre el derecho de propiedad, pero que parece ser que solo defienden el derecho de propiedad de los grandes empresarios, hoy le niegan ese derecho a los afiliados, a los trabajadores, que están pasando por un momento crítico y que, por justicia, necesitan acceder a una parte de sus ahorros para enfrentar de mejor manera estos meses en que la pandemia está teniendo efectos económicos y sociales que calan hondo en las familias chilenas.
¡Libertad! Confiemos en los chilenos y chilenas, quienes libremente podrán decidir -en caso de aprobarse hoy este proyecto en la Cámara y ratificarse posteriormente en el Senado si necesitan o no, o si quieren recurrir o no a esta posibilidad.
¡Y paremos con la campaña del terror! Repudiamos la campaña del terror del gobierno, de los ministros, de las AFP y de los grandes empresarios de este país, los mismos que se niegan hoy.
Mientras todas las grandes riquezas del mundo se abren a la posibilidad de colaborar a través del pago de mayores impuestos, los chilenos se niegan a la modernización, se niegan a entender que es necesario un aporte mayor vía impuestos y a abrirse a la posibilidad del retiro de los fondos de pensiones, para construir juntos una sociedad más justa y para entregar dignidad a los chilenos y chilenas en este momento.
La bancada del PPD no se deja presionar y va a mantener el día de mañana íntegramente su posición favorable a este proyecto.
Felicitamos a los trece parlamentarios de Chile Vamos que no se dejaron doblegar ante la campaña del terror y ante las presiones, y los llamamos a no dar la espalda a la ciudadanía el día de mañana, independientemente de los anuncios del gobierno. No son temas incompatibles; toda ayuda…
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Ha terminado su tiempo, señor diputado.
Hago presente a la Sala que todos los diputados están inscritos en un orden determinado. Si este orden no se cumple, no podemos postergar cada intervención. Les agradecería la comprensión respecto de este asunto, pues debemos seguir con el debate. Entiendo que muchos diputados y diputadas quieren intervenir mañana y ojalá ser los últimos en hacer uso de la palabra. Lamentablemente hay un orden sorteado por el computador y lo haremos cumplir.
Tiene la palabra la diputada Catalina del Real Mihovilovic .
La señora DEL REAL (doña Catalina).-
Señor Presidente, la tecnología y las redes sociales han sido muy buenas en estos tiempos de pandemia. Nos conectamos, podemos trabajar en forma telemática y ver a nuestros familiares y seres queridos vía Zoom; pero lamentablemente las redes sociales también tienen un gran problema: las noticias falsas y las mentiras.
Justamente eso es lo que vemos hoy con este proyecto de retiro: un grupo de diputados que se ha dedicado a desprestigiar a los otros, en vez de debatir las ideas. Un diputado de RN incluso ha recibido amenazas de muerte por redes sociales y por Facebook, mientras una diputada del Frente Amplio llama a sus “nietitos” a funar a quienes no piensan como ella.
¡Qué mala señal para la ciudadanía! Y después se asombran cuando se habla del desprestigio de la política.
Les quiero decir a los chilenos que un problema que enfrentamos hace años son las malas pensiones. Muchos hemos recibido a las asociaciones de adultos mayores y hemos visto en nuestros distritos que la jubilación no alcanza. Por eso, este proyecto es malo, porque con este proyecto las pensiones serán peores, no solo por el retiro del 10 por ciento, sino también por la baja que se producirá al liquidar las acciones y los activos para tener que repartirlos. Esa caída afectará a todos los chilenos, a los que saquen un porcentaje y a quienes no lo saquen, y solo se va a traducir en peores jubilaciones.
El costo de esta pandemia no lo pueden asumir los adultos mayores y sus pensiones; tampoco lo debe asumir la gente con sus ahorros. Por eso estamos empujando una solución alternativa con ayudas, transferencias directas y otras políticas públicas que los ayuden a salir adelante.
Confiamos en las medidas que dará a conocer nuestro Presidente Piñera , y esperamos que pueda existir unión en el Parlamento para ayudar de verdad a las personas, no mediante eslóganes populistas que solo traerán frustración en el largo plazo.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, vía telem��tica, el diputado Jaime Bellolio Avaria .
El señor BELLOLIO (vía telemática).-
Señor Presidente, estos últimos días hemos visto al menos tres cosas muy claras. La primera y la más importante es la gigantesca necesidad de las familias de clase media en Chile, que quedan fuera de las ayudas del Estado. Y sí, el gobierno ha llegado tarde y ha sido confuso respecto de cómo acceder a estos beneficios.
Hace meses pedimos un nuevo período de becas, créditos y gratuidad para la educación superior; pedimos que hubiese ayuda para las familias que tienen un copago en los colegios subvencionados, así como para las familias que acceden a jardines infantiles particulares. Pedimos postergar los créditos hipotecarios y que las personas puedan acceder a los créditos del Estado a pesar de estar en Dicom. Hemos pedido que también se establezca un verdadero apoyo y un subsidio al empleo después de la pandemia, porque vamos a necesitar empleos estables y bien remunerados.
Reconstruir nuestro país social y económicamente será una tarea gigantesca, pero esto se ve dificultado por una segunda cosa que ha quedado a la vista en estos días: la gigantesca intolerancia, la violencia política, el odio y las amenazas que se han vertido producto de este proyecto. Esa es la verdadera campaña del terror. Y es una forma muy común de actuación en los grupos radicales de izquierda, fomentada muchas veces en la misma Cámara y apoyada y justificada por otros pocos dentro de la Cámara. Esto daña profundamente la democracia y el debate público, puesto que pretende instalar, a partir del miedo, del terror y de la amenaza, que solo se pueden expresar públicamente algunas ideas.
No por nada John Stuart Mill , ya en 1859, hablaba de la importancia de la libertad de expresión y de pensamiento, ya que una tiranía de la mayoría sería como un verdadero totalitarismo -como ese que le gusta a algunos-, porque abarcaría todas las esferas de la sociedad.
Algunos creen que esconder sus convicciones los va a hacer ganar elecciones. Creo exactamente lo contrario: fuimos elegidos por nuestras convicciones, por una idea de justicia a promover y por principios hacia el bien común.
No tengo vocación de veleta, que cambia según se mueva el viento, o de panel solar, que solo mira donde calienta el sol; tampoco tengo convicción de encuestas, que cambian según la popularidad del momento. Siempre me he guiado por el bien común, por la dignidad humana, por la libertad de las personas y por una sociedad abierta y plural donde la sociedad civil construya el bien público, no una hegemonía estatal como algunos pretenden, no una dignidad a medias como a algunos les gusta o una libertad de papel como algunos promueven.
Por último, hemos visto una gigantesca contradicción de quienes promueven con tanta virulencia este proyecto. Nos dicen que quieren hacer un sistema de seguridad social, pero proponen que tres millones de personas queden con cero pesos en sus cuentas de ahorro; que en promedio puedan retirar un 44 por ciento de los fondos, donde quedan más perjudicadas las personas que están cerca de jubilar, los más vulnerables y especialmente las mujeres. De hecho, el sistema de reparto que promueven -fracasado en el planeta entero no permite ningún retiro. ¡Vaya gigantesca contradicción!
Nos dicen que si se saca el 10 por ciento no pasa nada; sin embargo, ya hemos dicho lo que va a ocurrir. Otros nos dicen que va a haber un fondo para restituir lo que se retire; en cambio, otros nos dicen que en verdad no es para restituir lo que se retire. Otros nos dicen que es transitorio; otros nos dicen que en realidad no lo es. En verdad, no existe ese fondo. Simplemente hay una idea que no se va a cumplir.
Llamo a la Cámara a que legislemos a favor de la clase media y no en contra de ella, a que fortalezcamos la libertad de pensamiento y de expresión y no la violencia y el odio.
Por eso, con toda convicción y justicia, votaré que no.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra la diputada Karol Cariola Oliva .
La señorita CARIOLA (doña Karol) .-
Señor Presidente, esta semana, el debate sobre el retiro del 10 por ciento de los fondos de la AFP se da bajo un nuevo contexto.
Agradecemos al medio de comunicación Interferencia, ya que por su trabajo una información que la semana pasada ni el Congreso ni la ciudadanía conocían, hoy salió a la luz pública: el ministro que fue capaz de amenazar con interrumpir el proceso constituyente fue miembro del directorio de una AFP. Creo que la ocultación de esta información, que no aparece en su biografía ni en su currículum oficial, lesiona una vez más la fe pública y la transparencia del debate que se debe dar en el Congreso.
Ya no nos miramos con los mismos ojos -le digo al señor ministro-. La semana pasada decíamos que él parecía un lobbista de las AFP, oculto por los pasillos del Congreso sosteniendo reuniones paralelas a la Sala. Hoy podemos asegurarlo: lamentablemente, tenemos un ministro que pareciera ser un lobbista de las AFP. El señor Briones intentó ocultar esta información a la opinión pública, lo que me parece un hecho de alta gravedad.
Los representantes de las AFP en el gobierno, como el ministro antes mencionado, nos han señalado que esta reforma implicará no solo un daño futuro a las pensiones de millones de afiliados, sino también un duro golpe a las futuras generaciones. Yo les digo, por su intermedio, a los ministros y al Presidente de la República, que el mayor daño a las pensiones y a las generaciones pasadas, actuales y futuras es el fracasado y obsoleto modelo de las AFP que ustedes defienden.
Con la instalación del decreto ley Nº 3.500 y con el establecimiento de la cotización forzosa, con el cambio de sistema al que obligaron a punta de bayoneta a las trabajadoras y trabajadores de nuestro país -al cual tanto él como yo sabemos que nadie se pudo oponer, ya que Pinochet estaba al mando-, se dañaron irremediablemente las pensiones de nuestro pueblo, que hoy no alcanzan al 37 por ciento del sueldo en actividad. Si no fuera por el esfuerzo que hacemos hoy todos los chilenos y chilenas con nuestros impuestos para financiar el pilar solidario, las pensiones no llegarían siquiera a los 120.000 pesos al mes.
Este modelo significó crear un pequeño grupo de grandes beneficiarios para el sistema de las AFP: los Luksic, los Sutil, los Larraín, los Matte, los Angelini , los Paulmann y, por supuesto, el Presidente Sebastián Piñera .
Los únicos beneficiados con este sistema han sido el cártel de multimillonarios y superricos, los que han larvado gracias al salario que capturan de los trabajadores y trabajadoras.
Creemos que hoy, así como lo hicimos la semana pasada, es un acto de justicia con nuestro pueblo, que está con hambre, aprobar este proyecto. Espero que el lobby y las amenazas que se han llevado adelante no interrumpan un proceso que fue aplaudido por el pueblo de Chile.
Por eso, la bancada del Partido Comunista volverá a votar a favor esta iniciativa parlamentaria.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Esteban Velásquez Núñez .
El señor VELÁSQUEZ (don Esteban) [vía telemática].-
Señor Presidente, hace algunos días, el ministro Gonzalo Blumel sostuvo que este proyecto de retiro de fondos que presentó la Federación Regionalista Verde Social es injusto.
Al respecto, quiero señalar que me parece más injusto prometer atender las demandas de las regiones y luego olvidarlas. Tanto el Presidente Sebastián Piñera como el ministro Briones , este último en particular, en dos ocasiones han comprometido una ley de rentas regionales para atender las demandas de las regiones, pero no han cumplido. ¡Eso es injusto!
Es injusto no atender la situación sanitaria que vive hoy la Región de Antofagasta, así como gran parte del norte. Es injusto no querer detener y frenar la producción minera en pos de la vida de quienes vivimos en el norte. ¡Eso es injusto, como lo es la defensa corporativa desatada que hoy hemos visto por parte de una clase política y de empresarios!
Quisiéramos ver más bien una carta como la de esos superricos extranjeros comprometiéndose a pagar de su riqueza mayores impuestos para salir de esta pandemia, y no ver a los ricos y poderosos en Chile con cartas en tono amenazante.
Es posible que este proyecto de ley no sea del agrado de todos, porque cada uno tiene sus legítimas propuestas y opiniones; por eso estamos en el Parlamento. Pero este proyecto, que esperamos sea mañana ley de la república, es de disposición voluntaria, de manera que cada trabajador y trabajadora evaluará si retira o no los fondos. No será un tropel de chilenos el que se irá al abordaje de algo. Es otro instrumento -así lo hemos entendido que permitirá a los trabajadores y a las trabajadoras evaluar, en su debido momento, si retirará o no esos fondos.
Eso no está cercano a las libertades que hoy, o desde hace por lo menos cuarenta años, se propician en este modelo de sociedad tan individualista. Es el momento de darse cuenta de aquello.
Creo que es bueno que el gobierno evalúe cómo ha animado y ha cultivado rabia al interior de la ciudadanía, incluso en sus propios electores. Es más, a veces juega con fuego, porque da la impresión que no quiere calmar los ánimos y escuchar -porque de eso se trata gobernar-, ya que no se trata solo de administrar su programa de gobierno, sino también de escuchar, para intentar transmitirlo, y no es empático ni tiene esa cercanía tan necesaria. No basta mirar la realidad del país desde La Moneda o desde ciertas oficinas.
Hoy, todas las encuestas nos dicen que la ciudadanía quiere ejercer la libertad de retirar sus fondos.
En consecuencia, debemos ser empáticos y no permitir más abusos, razón por la que los regionalistas votaremos, una vez más, con mucha fuerza, a favor este proyecto de ley.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra, vía telemática, el diputado José Pérez Arriagada .
El señor PÉREZ (don José) [vía telemática].-
Señor Presidente, en verdad, este sistema de ahorro obligatorio, sistema de capitalización individual, que es como se denomina, nos tiene en este momento en una encrucijada que espero que la ciudadanía entienda, y que lo propio hagan las parlamentarias y los parlamentarios de nuestro Congreso Nacional, para que este proyecto se pueda votar en conciencia.
¿Por qué nos encontramos en esta situación? Porque, lamentablemente, no se aplicaron oportunamente las medidas que se debieron haber aplicado por parte del gobierno, que actuó siempre con mezquindad, siempre haciendo las cosas de mala manera. No llegó nunca, en forma clara y precisa, la información respecto de cuál iba a ser el aporte, el beneficio, que iban a recibir la clase media, los trabajadores del sector público y los trabajadores en general.
Se partió con la medida consistente en la entrega de cajas de alimentos, las cuales nunca llegaron a muchos lugares. Por ejemplo, en la ciudad de Los Ángeles, en Mulchén, en Quilleco y en Contulmo hay gente modestísima que no ha recibido todavía las cajas con alimentos. De hecho, dije en su momento que era preferible que se entregara un bono para que las personas compraran en el almacén más cercano, cuyos propietarios también estaban atravesando una situación difícil, ya que eso les permitiría adquirir lo que realmente necesitan, y no lo que contenían esas canastas.
Esas canastas se están entregando por segunda vez, pero en muchos lugares ni siquiera ha llegado la primera caja, ni a Alto Biobío ni a los lugares mencionados. Por lo tanto, el trabajo no se ha hecho bien.
¿Por qué estamos en esta situación en que el sistema de las AFP ha sido un fracaso? Cuando se pone en marcha el sistema de AFP, en la década de los 80, señoritas muy bien vestidas recorrían empresas y lugares de trabajo para decir a los trabajadores que eso era lo mejor que se había inventado en los últimos tiempos, y que cuando jubilaran iban a recibir el 80 por ciento del salario que percibían durante su jornada laboral.
Eso nunca ocurrió. ¿Cómo puede ser posible que tengamos gente que recibe pensiones miserables, como los profesores, entre otros? Me refiero a rentas que son realmente vergonzosas, cercanas a los 200.000 pesos, con lo que no se puede solucionar absolutamente nada.
Por esa razón, nuestra bancada apoyará con entusiasmo este proyecto de reforma constitucional.
Por último, quiero recordar lo que dijo el Presidente Sebastián Piñera en el Congreso Pleno: “El ahorro previsional le pertenece a nuestros trabajadores. Nadie puede meter las manos en estos fondos”.
Por eso, apoyaremos con entusiasmo esta reforma constitucional.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Miguel Mellado Suazo .
El señor MELLADO (don Miguel).-
Señor Presidente, la aprobación de la idea de legislar este proyecto tenía por objeto trabajar sus ideas matrices. ¿Cierto?
Sin embargo, resulta que muchos líderes de opinión, de la élite de Chile, intelectual y económica, nos han dado como bombo en fiesta, diciendo que poco menos que éramos eunucos mentales y que no teníamos idea de lo que estaba pasando en el país. Incluso, un rector de una universidad decía que nosotros amplificábamos las cosas. ¡Por favor! ¡Pero claro, pues, si somos representantes del pueblo, y por eso las amplificamos!
Incluso, una exministra dijo que se debía tener cuidado con los parlamentarios que se llevaran en las listas. Bueno, déjeme decirles que ella salió del ministerio por mala.
Por lo tanto, quiero pedir que tengan mucho cuidado con lo que dicen y con las votaciones que tenemos en primera instancia para trabajar los proyectos.
¿De qué estamos hablando ahora? De que este proyecto tiene dos artículos. De eso estamos hablando, más que de las pensiones, del futuro, y de que Chile se va a caer a pedazos, como algunos dicen.
Por lo tanto, este debate dice relación con dos artículos. En ese sentido, me preocupa que el primer artículo hable en general del retiro, sin especificar si la persona está trabajando o no. Ahí hay un tema de redacción que se debe mejorar.
El segundo artículo de todas maneras va a generar empleados de primera y de segunda, porque si este proyecto llega a convertirse en ley, lo que sucederá es que, cuando una persona salga a buscar trabajo después de la pandemia, el empleador le preguntará si retiró su 10 por ciento, porque lo más seguro es que, si lo retiró, le digan: “Next; que venga otro, porque me sales más caro”. Quedará establecido que, como dice ese articulado, una parte será de responsabilidad del Estado, un porcentaje, lo que considero inconstitucional, porque estamos imponiendo una carga al Estado, y además habrá empleados de primera y de segunda, porque habrá un costo adicional para la empresa.
Espero que se siga trabajando el proyecto, porque este articulado no está bien pensado.
No quiero decir ciertas cosas, pero hay que trabajar a conciencia, como corresponde. En Renovación Nacional teníamos claro que esta medida era la última opción; sin embargo, hasta hoy, siendo las 13.30 horas, el gobierno aún no ha ingresado ningún proyecto al Congreso Nacional para apoyar a la clase media.
Por lo tanto, lo que tenemos en este momento es que este es el único proyecto que beneficia a la clase media. Hay que mejorarlo, hay que trabajarlo más, pero creemos que es importante que el gobierno coloque sobre la mesa lo que corresponde para ir en ayuda de este sector de la población, que tanto está sufriendo.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Tomás Hirsch Goldschmidt .
El señor HIRSCH (vía telemática).-
Señor Presidente, “¿qué pasaría si un día despertamos dándonos cuenta de que somos mayoría? ¿Qué pasaría si de pronto una injusticia, sólo una, es repudiada por todos, todos los que somos, todos, no unos, no algunos, sino todos?
¿Qué pasaría si en vez de seguir divididos nos multiplicamos, nos sumamos y restamos al enemigo que interrumpe nuestro paso?”.
¿Qué pasaría?, de Mario Benedetti .
La pregunta de fondo es por qué la derecha está tan desesperada frente a esta reforma.
¿Es que de pronto, después de cuarenta años de indiferencia total, les preocupan tanto las pensiones como para bombardear con insertos, columnas, cartas, entrevistas, amenazas y más amenazas? ¿Repentinamente, todos los grandes empresarios, los banqueros, los ministros, “el segundo piso”, el Presidente, sus centros de estudios, todos se volvieron buenitos como el virus de Mañalich?
La inserción en El Mercurio, firmada por los más grandes empresarios y gremios del país, ¿se basa en una repentina explosión de bondad? ¿Cómo es que apareció esta generosa preocupación por las pensiones? Si les preocupaban tanto, ¿cómo pudieron disimularlo tan bien durante cuarenta años? ¿Por qué brotó en sus corazones justo en este momento?
Digamos las cosas por su nombre: están histéricos, porque les desespera que se esté tocando este engendro que les ha permitido la grosera acumulación de riqueza durante todos estos años.
Saben muy bien que, si el 18 de octubre comenzó a derrumbarse su pilar institucional, la Constitución de 1980, ahora ven que se les comienza a desmoronar su pilar financiero, las AFP. Por eso corren en círculos haciendo ofertones de último minuto.
Hay una mirada de parte de la derecha según la cual el 83 por ciento de los chilenos no entiende nada cuando apoya el retiro de parte de sus ahorros. ¿Cómo no va a haber un mínimo de autocrítica como para entender que son ellos, los del gobierno, los que están sin captar lo que pasa en el país?
El país nunca olvidará que en el momento en que más se necesitó al gobierno, el Presidente de la República, Sebastián Piñera , prefirió seguir defendiendo a los dueños de las AFP, en lugar de apoyar a los millones de chilenos y chilenas sumidos en la pobreza, en la cesantía y en el desamparo total por parte del Estado.
Nunca lo vamos a olvidar, porque cuando un país despierta, se nota, y el país ya despertó. Por eso, vamos a apoyar esta reforma constitucional.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Marcelo Díaz Díaz .
El señor DÍAZ.-
Señor Presidente, Bernardo Larraín Matte , presidente de la Sofofa, nos dice hoy que esta es la reforma del resquicio, pero no nos dice que su grupo empresarial es el mismo que por años estafó a los chilenos coludiéndose para cobrar más caro el papel higiénico. Tampoco nos dice que su grupo económico recibe casi 4.500 millones de nuestros fondos previsionales a través del banco Bice , de Entel, de Colbún y de la CMPC. Sí, la papelera, la misma de la colusión del papel higiénico.
¿Falta de seriedad del Congreso y de la política? ¿Acaso se olvidan de lo que nos llevó al 18 de octubre? ¿Es esa seriedad la que reclaman? ¿La que permitió dos países tan diferentes: uno próspero, rico, de primer mundo, y otro, el de la inmensa mayoría, que vive al tres y al cuatro, haciendo bicicletas con los pocos recursos que tiene para llegar a fin de mes?
Los que reclaman por esta reforma son los beneficiados por el modelo.
¿Quién define lo que es serio y lo que no lo es? ¿Es serio un gobierno que propone un plan de clase media el sábado, lo cambia el miércoles para evitar una derrota en el Congreso y, como perdió, lo vuelve a cambiar ahora, para ver si mañana evitan otra derrota, todo ello para salvar a las AFP o, más bien dicho, para defender el inmenso fondo de capitales, conformado con nuestros ahorros, con el que financian a los principales grupos empresariales del país?
¿Son las ayudas sociales parte de una puja en una mesa de casino?
Parece que el plan de clase media siempre pudo ser mejor, pero el gobierno mezquinó, regateó, para guardarse una carta y defender al líquido amniótico que protege este sistema, que son los fondos previsionales.
Lo mismo ocurrió con el posnatal de emergencia. Pasaron cien días diciendo que era caro, que no había plata, para luego, al final, reconocer que sí se podía, mientras miles de mujeres esperaban y aún esperan el apoyo del Estado.
Ayer, sin ir más lejos, el subsecretario del Trabajo dijo, en la Comisión de Hacienda del Senado, que no habían alcanzado a tener una indicación para despachar el proyecto que establece un beneficio para las trabajadoras de casa particular, porque habían estado muy ocupados en este proyecto.
Aquí está concentrada la energía del gobierno, en defender el modelo financiero que sustenta este sistema económico, pero no en resolver los problemas de la gente.
Ahora ofrecen un crédito. El gobierno dice que el primer 25 por ciento es subsidio y lo demás se paga solo si se tiene cómo. ¿Cómo el gobierno va a discriminar el acceso, si el componente de subsidio es más del doble de lo que ha entregado como apoyo a miles de familias por varios meses?
Cualquier chileno, entonces, debe tener el derecho de pedir ese subsidio, y si no lo puede pagar, simplemente no lo paga.
Así de importante es lo que está en juego. ¿Así define el ministro de Hacienda la seriedad de las políticas sociales que propone, mientras acusa a los demás de falta de seriedad?
Es el riego por goteo, la cicatería, la mezquindad de un gobierno que no conoce la realidad social de Chile lo que nos ha llevado hasta acá, así como también la voracidad de empresarios que siempre han puesto sus intereses primero, por sobre la construcción de una sociedad de mayor bienestar para todas y todos, quienes hoy, una vez más, salen con todo a defender sus intereses, a diferencia de lo que ocurre en otros países, donde los empresarios sí están dispuestos a hacer un aporte para enfrentar esta realidad.
Usan la acusación de falta de seriedad para defender oblicua y cínicamente sus intereses.
El gobierno nos dice que este proyecto les preocupa por el daño al futuro de las pensiones, pero no hay ningún proyecto que se haga cargo del daño a las pensiones que hoy se pagan.
Señor ministro, a nosotros sí nos preocupan las pensiones, las de hoy y las de mañana, así como también nos preocupa el hambre y el padecimiento de las personas, y eso se resuelve con este proyecto.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Marcos Ilabaca Cerda .
El señor ILABACA.-
Señor Presidente, desde que se inició el proceso de cuarentena han salido a la luz diversas debilidades de nuestros sistemas sanitario, político, económico, social, debilidades que tienen referencia principalmente con la estabilidad laboral, los seguros garantizados por parte del Estado, la capacidad de ingresos familiares y, por consecuencia, problemas de abastecimiento para las familias chilenas.
Esta situación ha generado un sinnúmero de debates de los cuales hemos sido parte como miembros de esta Cámara y de las respectivas comisiones, donde en cortos plazos hemos tenido que dar soluciones a las familias chilenas, aunque muchas veces no han sido suficientes, ya que no garantizan ni cubren sus necesidades básicas para poder cumplir el llamado a quedarse en casa.
Esta respuesta tardía, mezquina e ineficiente es la que nos ha invitado a esta discusión. En esta instancia nos vemos enfrentados a un problema que no solo implica dar soluciones en época de pandemia, sino que además involucra una dificultad mucho mayor, una que se ha sentido con fuerza desde octubre del año pasado: los fondos de pensiones, un sistema individual de ahorro que, en un principio, estuvo dirigido al período de jubilación de todos los chilenos, pero que hoy resulta ser un salvavidas para un problema que ni el Estado ni mucho menos el gobierno han sabido enfrentar, y que hoy esperan millones de chilenos que están mirando esta discusión. ¡Chilenos, aquí conocerán cómo piensan sus parlamentarios! No es ese discurso amistoso que muchas veces tienen cuando están con ustedes; aquí, efectivamente, ustedes están escuchando lo que ellos piensan.
En este escenario, el discurso recurrente de parte del oficialismo y de los capitales asociados al negocio de la AFP y del mundo empresarial, absolutamente unidos, ha sido el amedrentamiento y la persecución. Cartas personales a sus afiliados y llamadas telefónicas no se han dejado esperar para dar a conocer un supuesto basado en otro supuesto: que si el 10 por ciento de los fondos de las AFP es retirado, las personas serán responsables de generar pensiones de miseria. ¡Como si no tuvieran suficiente evidencia de la ineficiencia del sistema previsional, que desde hace décadas entrega pensiones de miseria! ¡Qué ilusos los que creen que pueden amenazar al pobre con pobreza! ¡Qué ingenuidad la de los enajenados empresarios y gobernantes que creen que con opresión pueden detener la lucha de los oprimidos!
Uno se sorprende con lo que han señalado los ricos en el mundo: piden más impuestos para ellos, porque quieren aportar para enfrentar la pandemia. ¿Y qué dicen nuestros superricos? ¡Necesitamos más privilegios; no nos toquen nuestro negocio o si no Chile va a ser destruido! ¿Y qué proponen a los adultos mayores? Hipotecar sus casas. Así, además, al final del día se van a quedar con sus casas.
Espero que en esta ocasión todos los diputados y las diputadas mostremos un mínimo de empatía y seamos capaces de aprobar esta importante medida. Chile hoy día lo espera. Los chilenos están atentos a lo que sucede en la Cámara de Diputados; ellos nos van a escrutar.
El Partido Socialista va a apoyar con mucha fuerza este proyecto.
He dicho.
El señor UNDUGARRA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Pablo Vidal Rojas .
El señor VIDAL.-
Señor Presidente, durante esta última semana hemos visto esfuerzos por parte del gobierno y de la derecha, tanto política como empresarial, para frenar este proyecto, con una pasión y con un sentido de urgencia que no hemos visto durante casi cuatro meses, desde que se declaró el estado de catástrofe en Chile.
Uno de los argumentos que han levantado es que no es el momento de hablar de una reforma al sistema de pensiones. En eso, uno podría haber estado de acuerdo hace cuatro meses; pero han pasado casi cuatro meses y todavía no le entregan ninguna solución a la clase media. Ya lo decía el diputado Miguel Mellado hace un par de minutos, y a esta hora todavía no lo hacen. Hay gente que sigue esperando respuestas.
Entonces, también es necesario preguntarse por qué la gente está pidiendo esto. Al respecto, quiero recordar algo que me planteaba siempre mi papá en mi casa, cuando yo era niño. En esa época no entendía mucho de lo que hablaba, pero ahora lo entiendo con mayor claridad. Es algo que también mencionó, la semana pasada, el diputado Tucapel Jiménez en la Sala. Corría el año 1985 y la dictadura cívico-militar tomó una decisión para financiar la reconstrucción de Chile: a las pensiones de los adultos mayores, en vez de reajustarlas al IPC de ese año, que era 23,7 por ciento, solo las reajustó en 13,1 por ciento. O sea, en 1985 la derecha y la dictadura decidieron quitarle 10,6 por ciento de su reajuste a las jubilaciones de los adultos mayores para financiar la reconstrucción del país.
El problema en el sistema de pensiones de Chile nace con las AFP y se mantiene durante décadas, hasta el día de hoy. Ya no hay tiempo que perder; hay que decir, con toda claridad, no más AFP, porque las AFP, no en 1985, sino en el año 2000, prometieron a los chilenos que se iban a jubilar en el año 2020 con el ciento por ciento de los ingresos que recibieran en su sueldo, y hoy día están recibiendo pensiones miserables, pensiones de hambre.
En honor a mi papá, en honor al diputado Tucapel Jiménez , quien lo recordó, y en honor a todos esos miles de jubilados que murieron esperando ese reajuste que nunca se les devolvió, y en respuesta a los que dicen que esta solución es pan para hoy y hambre para mañana, digo que las AFP son hambre para hoy y hambre para mañana. Nosotros esperamos que en Chile haya pan para hoy y seguridad social para el día de mañana.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Iván Flores García .
El señor FLORES (don Iván).-
Señor Presidente, la reforma constitucional que hoy debatimos, cuya idea matriz es permitir el retiro voluntario de hasta el 10 por ciento de los fondos de los afiliados, administrados por las AFP, en condición de excepción para mitigar los graves efectos de la covid-19 entre sus cotizantes, ha generado una hecatombe política, donde algunos más que proteger a las familias aparecen con desesperación como los defensores del modelo. Eso es lo que les preocupa: que se termine el negocio que genera este modelo.
Hay que considerar que Chile no es cualquier escenario sanitario. En esta crisis, los indicadores nos colocan entre los seis países con la mayor tasa de contagio y de mortalidad del mundo, debido claramente a lo errático, desprolijo y poco asertivo de las decisiones tomadas en la primera fase de la pandemia, provocando la crisis sanitaria, económica y social que vive el país.
Hay que decir con claridad que el gobierno no ha querido, no ha podido o no ha sabido entregar, en cantidad y en oportunidad, la ayuda que necesitan no solo las familias más vulnerables, sino también las familias de la clase media que, pese a tener antecedentes socioeconómicos previos, han quedado fuera de las ayudas y de los subsidios tradicionales, y hoy están en una situación crítica porque perdieron sus empleos, o bien su pequeño taller o su pequeño emprendimiento ha dejado de producir.
Si las ayudas anunciadas y recontra anunciadas hubiesen sido rápidas, probablemente no estaríamos en este debate. Sin duda, es absolutamente necesario y urgente ayudar a la clase media, y además generar nuevas herramientas que rápida y excepcionalmente permitan socorrer a miles de familias de clase media que hoy día lo pasan mal y que lo van a seguir pasando mal si no respondemos con rapidez.
Si bien compartimos que la solución planteada ahora es de ultima ratio, para muchas familias es la única alternativa para resolver necesidades urgentes. Seguir endeudando a familias ya sobre endeudadas no puede ser el camino a seguir.
La hecatombe política que ha generado este proyecto ha sido tal que queda claro que el problema que tienen algunos es que les da terror siquiera pensar en un cambio de modelo hacia uno de mayor justicia social, les da terror perder los jugosos negocios que hoy tienen cautivas a miles de familias sin ninguna otra opción. Ese es el verdadero conflicto.
La bancada de la Democracia Cristiana va a apoyar este proyecto, porque no solo es justo, sino además urgente el retiro excepcional del 10 por ciento de los ahorros previsionales. Ya discutiremos la reforma previsional profunda que Chile necesita.
He dicho.
El señor UNDURRAGA (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Tucapel Jiménez Fuentes .
El señor JIMÉNEZ (vía telemática).-
Señor Presidente, en tres minutos es bien poco lo que uno puede decir sobre un tema tan importante como este.
Agradezco al diputado Pablo Vidal por referirse a mi discurso de la semana pasada, en el que hablé de lo que ocurrió en 1985 para tratar de demostrar el doble estándar o el doble discurso de la derecha, pues ninguno hizo escándalo por el 10,6 por ciento que se le quitó a los pensionados de ese momento. Pero esto no solo sucedió en 1985 -muchos pueden decir que había dictadura y que era diferente-, sino también en 2002, en una fecha mucho más reciente. En esa oportunidad, la bancada de Renovación Nacional presentó un proyecto de acuerdo, uno de cuyos autores es ahora senador en ejercicio. Sería interesante recordárselo cuando llegue el proyecto al Senado.
Lo importante es que no estaríamos hablando de esto si en Chile existiera seguridad social y el gobierno hubiera llegado a la hora con todos los proyectos que la ciudadanía está esperando.
Más allá de lo anterior, creo que esto no tiene retorno porque es un acto de justicia. La ciudadanía siente, independiente de la urgencia que están viviendo hoy las familias, que este es un acto de justicia por los años de uso y abuso con sus dineros. El ejemplo más perverso que hay es que las AFP le entregan el dinero de nuestros trabajadores a la banca a una tasa preferencial, y luego esos mismos trabajadores van a la banca, donde les cobran dos o tres veces la tasa con la que recibieron ese dinero. Ese es el ejemplo más perverso que tiene el sistema: que los trabajadores recurran a sus propios dineros y les cobren tasas de interés abusivas.
Nos han dicho que el proyecto es malo ¡Por supuesto! Quizás la ley de protección del empleo sea buena para algunos, pero a sus beneficiarios les han dicho que tienen que comer menos el segundo mes, y en el tercero la mitad en relación con el primero. Ese proyecto quizás es bueno para algunos.
¿Por qué será malo que las personas elijan entre esto o un préstamo, que según ellos tendrá una tasa de interés igual a cero, pero en UF? Nos han dicho que afectará las pensiones, pero con o sin retiro las pensiones van a seguir siendo malas.
Por último, nos han dicho que queremos terminar con el sistema y que hay un sistema de reparto fracasado en todo el mundo. En Chile tenemos un sistema de reparto en las Fuerzas Armadas. Nadie quiere quitarles ese sistema, pero queremos que el resto de los chilenos tenga uno igual o al menos uno parecido. Es lo único que se ha pedido.
Por lo tanto, hago un llamado a mis colegas a representar a la ciudadanía. Tal como lo dije la vez pasada, las personas que votaron por nosotros nos dieron un voto de confianza, nos dijeron que las representáramos en el Congreso ¡Esta es la oportunidad!
La semana pasada fue la primera vez que el Congreso estuvo a la altura de las circunstancias. Tenemos una segunda oportunidad de hacerlo hoy.
Les pido de todo corazón a los colegas del oficialismo que estén a la altura y que representen a las personas que votaron por ellos.
Muchas gracias, señor Presidente.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra, hasta por tres minutos, la diputada Aracely Leuquén .
La señorita LEUQUÉN (doña Aracely ) [vía telemática].-
Señor Presidente, es sabido que durante años la clase económica más afectada por las diversas crisis es siempre la clase media, postergada durante mucho tiempo. Hoy, cuando muchos no han podido salir a ejercer libremente su actividad laboral, el retiro de los fondos de pensiones resulta la mejor manera de ayudarlos.
El llamado a no salir de casa ha provocado una ola de desempleo que ha dañado profundamente la economía familiar de quienes viven del comercio diario. Por eso, resulta tan importante la votación que hoy se realizará en la Cámara de Diputados, considerando que el retiro de parte de los fondos, que cada trabajador tiene ahorrado en su sistema de previsión, podría significar un valioso alivio, sobre todo para quienes luchan a diario por alimentar a su familia.
Lamento profundamente ver cómo se ha fomentado la mala información respecto del resultado que se podría conseguir una vez aprobada esta iniciativa, ya que se ha popularizado la idea de que se empobrecerán las pensiones una vez que el proyecto se convierta en ley. Según las actuales proyecciones, este retiro las afectaría de manera mínima, con una baja de entre dos mil y veinte mil pesos, lo que no reportaría mayor agravio económico para las personas.
Con el objeto de minimizar el impacto futuro respecto del monto final que el afiliado recibiría al momento de pensionarse, el proyecto consagra la creación de un fondo de reintegro, que tendrá por finalidad única restablecer, en las cuentas de capitalización individual, los montos retirados por los afiliados.
No podría votar distinto a como hice la semana pasada, pues ello sería una inconsecuencia para con la ciudadanía, la que está cansada de la falta de credibilidad que inspira la clase política, especialmente el Parlamento.
Tengo máxima lealtad hacia el gobierno y hacia nuestro Presidente, Sebastián Piñera , pero hay veces en que hay que fusionar y complementar las convicciones, que me cuestionan tanto, con la representatividad de la gente.
En Chile Vamos creemos con firmeza en el derecho de propiedad, pero le damos la espalda a la gente que quiere sacar el 10 por ciento de sus fondos de pensiones. ¡No lo entiendo!
Por lo anterior, anuncio nuevamente mi voto a favor de esta iniciativa, toda vez que considero que esta crisis sanitaria ha golpeado tan fuerte a nuestro país que requiere medidas rápidas y a la altura de las necesidades de las personas.
He dicho.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Tiene la palabra el diputado Jaime Tohá .
El señor TOHÁ (vía telemática).-
Señor Presidente, este proyecto de ley que tenemos hoy entre manos ha nacido de la inacción. Digo eso por cuanto las soluciones que deben existir para atajar la grave situación por la que atraviesan miles de familias chilenas no llegaron.
Hasta hace un mes mi posición era votar en contra. Confiaba en que el gobierno leyera bien la situación y propusiera medidas eficaces y oportunas. Por desagracia, no fue así. También tuve la esperanza de que el acuerdo implicara construir juntos, a partir de un diálogo razonado, las propuestas que cubrirían las necesidades de la población más apremiada, que ya no constituye el 40 ni el 60 por ciento de la misma, sino tal vez el 80 por ciento del total.
Asumo mi responsabilidad en cuanto a que una parte de esta Corporación no haya podido convencer al gobierno de que en época de tragedia no sobra nadie. Pero seamos claros: quien tiene las herramientas y la responsabilidad de liderar los acuerdos será siempre el gobierno, cualquiera que sea este. Si bien se ha mejorado la propuesta, se hace de forma tardía y cuando el 83 por ciento de los chilenos y chilenas se ha mostrado a favor del proyecto y espera de forma ferviente que se concrete durante las próximas semanas.
El gobierno ha anunciado una nueva propuesta. De ser así, demostremos nuestras convicciones democráticas y que sean los ciudadanos quienes elijan qué alternativa privilegian, en el entendido de que esa propuesta se debe expresar en un proyecto de ley.
En el proceso de tramitación de la reforma constitucional deberá expresarse la imposibilidad de optar a ambos beneficios. En ese contexto, garantizo mi voto favorable a la eventual iniciativa del gobierno. No resulta aceptable pensar que la mayoría de los chilenos son irresponsables e ignorantes. Esa es una posición que niega las bases del sistema democrático.
Se ha argumentado que hay economistas que transversalmente rechazan el proyecto. La función de los economistas es entregar pronósticos sobre posibles escenarios, pero las decisiones políticas las toma la política, no la técnica.
Debe haber una razón por la cual casi el ciento por ciento de los parlamentarios de oposición y no pocos oficialistas apoyan esta iniciativa. ¿Será que todos somos analfabetos en materia económica? No lo creo, señor Presidente. No se trata de reducir la pobreza ni de mejorar las condiciones de vida, sino de darles una respuesta a esos padres que deben decirles a sus hijos que no tienen nada que comer.
Lo que se decida respecto de este proyecto implica una tremenda responsabilidad no solo para la estabilidad económica de las personas, sino para la estabilidad de…
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado. Tiene la palabra el diputado Gabriel Ascencio .
El señor ASCENCIO (vía telemática).-
Señor Presidente, estamos de nuevo en este debate donde uno tiene que decidir si está del lado del gobierno y de los empresarios, o del lado de la gente que representamos y que sufre a causa de la pandemia. Esa es la realidad de millones de chilenos y esa es nuestra realidad.
Algunos pocos estarán con los empresarios, que de manera impúdica publican una carta, en todos los medios de comunicación, asegurando que si se aprueba este proyecto se derrumbará la economía y toda la institucionalidad del país.
El ministro Palacios , sumándose rápidamente a ello, anuncia que Chile se transformará en un país bananero. O sea, lo único que salva la institucionalidad y la economía del país es seguir manteniendo a los viejos viviendo en condiciones de pobreza hasta que se mueran.
También están aquellos autoflagelantes que están del lado de un gobierno que solo ahora, a horas de votar este proyecto, entrega una enésima propuesta para salvar la situación y comprometer algunos votos, sin tener una mirada de Estado, sin consideración de la realidad que vive la inmensa mayoría de las personas que requieren urgentemente de sus ahorros.
¿Por qué se oponen al retiro? ¿Quiénes se benefician manteniendo los fondos de los trabajadores en las AFP? ¡Los grupos económicos! ¡Obvio! Los mismos que hace poco afirmaban que este era el peor Parlamento de la historia son los que reciben los créditos baratos de las AFP, para seguir usando la plata que allí pusieron los trabajadores y, de vez en cuando, prestárselas al doble o triple del beneficio que ellos recibieron. ¡Flor de negocio!
También beneficia -¡oh, sorpresa! a los dueños de las AFP, los mismos firmantes de la carta, los mismos grupos empresariales ahora con otros sombreros. Los dueños de las AFP […] comisiones escandalosas […] millones que nunca llegarán a los dueños de los fondos: los trabajadores que cotizan obligadamente. Pero nada de eso se debe tocar, y por eso piden rechazar este proyecto.
El ministro de Hacienda ha llegado a señalar que este proyecto rompe el pacto constitucional de noviembre pasado. Nada de eso estuvo en los acuerdos, pero así lo señaló el ministro. Además, ahora nos enteramos de que él también fue director de una AFP.
Entonces, la discusión es la misma que cruza cada controversia en nuestro país desde hace mucho tiempo.
Albert Camus dijo de manera magistral: “Uno no puede ponerse del lado de quienes hacen la historia, sino al servicio de quienes la padecen”. Aquí, en nuestro Congreso esto se repite una y otra vez.
Saludo a las diputadas y diputados de derecha que en este proyecto se han puesto del lado de los que padecen, sin renunciar, por cierto, a sus convicciones. Ello refuerza la democracia y no la debilita como pretenden hacer creer los empresarios y los extremistas neoliberales.
Hoy esta Cámara está llamada a dar un mensaje al país, que puede ser…
-Los puntos suspensivos corresponden a interrupciones en la transmisión telemática.
El señor PAULSEN (Presidente).-
Ha concluido su tiempo, señor diputado. La discusión de este proyecto continuará en una próxima sesión.
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