
-
http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/691594/seccion/akn691594-po1-ds6-ds42
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/691594/seccion/akn691594-po1-ds2
- bcnres:esParteDe = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/documento/691594
- bcnres:tieneCalidad = http://datos.bcn.cl/recurso/cl/cargo/2
- bcnres:tieneEmisor = http://datos.bcn.cl/recurso/persona/339
- rdf:value = "
El señor ARAYA.-
Señora Presidenta , voy a utilizar mis ocho minutos.
Hoy no voy a hacer un discurso como suele ser mi estilo, con grandes argumentos jurídicos, sino que, por el contrario, deseo hablarles a las y los trabajadores, a los técnicos, a los profesionales; hoy quiero hablarles a los seguidores y detractores de este proyecto; hoy quiero señalar a quienes nos animan a seguir y a los que nos han hecho ver con vehemencia que muchas veces nos faltó potencia para... ()... su mandato. Son aquellos y aquellas a quienes debemos una solución, una ayuda.
falla de audio en transmisión telemática
Hoy está en juego la sobrevivencia de familias, de emprendedores, de proyectos, de miles de sueños.
La pandemia del coronavirus nos ha entregado meses de angustia, de desesperación, de sentimientos de abandono, de falta de empatía, especialmente de quienes gobiernan.
Es en este escenario, señora Presidenta y estimados colegas, donde muchos han confirmado y otros han descubierto, qué triste decirlo -pero, sí, han descubierto-, que el Chile de los jaguares, el Chile de las cifras macroeconómicas dignas de un altar, en realidad tenía encima una cortina, una fina película de camuflaje que nos mostraba brillantes y prósperos, y en verdad somos una sociedad en que aún conviven la desigualdad, la pobreza y la exclusión.
Sí, señora Presidenta , eso es lo que había, y de hecho, es lo que denunció el llamado "estallido social", ese movimiento poderoso y multitudinario que cambió nuestro presente y que tendrá un eco enorme en nuestro futuro como nación.
Y aquí estamos, haciendo historia, buscando una luz, un camino, una fórmula de ayuda concreta, robusta para miles y miles de familias que hoy no duermen en paz, que no viven en paz, que no avizoran un futuro inmediato de paz.
Por esa razón estamos trabajando para sacar adelante cuanto antes, lo más rápido posible y con las mejores características este proyecto, que permite retirar el 10 por ciento de los fondos previsionales para enfrentar las consecuencias de la crisis económica y social que trajo aparejada la pandemia del coronavirus.
A pesar de la feroz defensa que se ha realizado de las AFP de manera directa y por parte de muchos sectores, entidades y el Gobierno, seguimos avanzando, porque sabemos que las urgencias de los chilenos y las chilenas son reales, son ahora, son una prioridad.
La desigualdad causa muchos problemas en Chile. Uno de sus peores efectos es que los períodos sin poder trabajar provocan estragos en muchas familias. Su margen de protección es escaso. Mayor seguridad social hubiera evitado esta discusión legislativa. Debimos haber encontrado soluciones permanentes mucho antes. Nunca es tarde, pero ahora, en la emergencia, se tienen que implementar soluciones de emergencia.
Dicho aquello, y antes de referirme al proyecto en sí, quiero recordar algunas cifras del sistema de administración de fondos de pensiones.
Las AFP rentan subsidiadas por el Estado. Ello, a raíz de que las pensiones son tan bajas en nuestro país que deben complementarse con el pilar solidario. El Estado ya asume las pensiones de la mayor parte de los pensionados. No olvidemos que el sistema privado da respuestas solo a poco más de un millón de trabajadores, recaudando así el cien por ciento de las cotizaciones. Además, el 50 por ciento de los pensionados recibe pensiones que como máximo equivalen al 34 por ciento de su salario promedio de los últimos diez años. Eso es lo que recibimos de pensión: ¡el 34 por ciento del promedio del salario!
De acuerdo con la información que entrega la Dirección de Presupuestos, según la ejecución presupuestaria del año 2019, el Estado chileno destinó 2.399 millones de dólares para pagar jubilaciones, pensiones y montepíos en Capredena y Dipreca, cubriendo a 174.650 pensionados de las Fuerzas Armadas, de Orden y Seguridad. Como contrapartida, para financiar a casi un millón seiscientas mil personas beneficiadas con el pilar solidario, se destinaron 2.080 millones de dólares.
¡De esas diferencias estamos hablando!
En un estudio recientemente realizado por la Fundación Sol, se estableció que para el año 2020 los fondos de pensiones que administran las AFP alcanzan un monto cercano a los 195 mil millones de dólares, lo que equivale al 80,7 por ciento del PIB de Chile. De esos dineros, diez bancos privados concentran 38.325 millones de dólares en inversión de fondos de pensiones, siendo los tres principales beneficiados el Banco de Chile, el Banco Santander y el Banco Scotiabank. Los seis grupos económicos chilenos más importantes y que reciben las mayores inversiones son los grupos Luksic , Said , Saieh , Yarur , Matte y Solari .
Entonces, señora Presidenta , estimados colegas, ¿qué falta por decir? Algo muy importante y que se ha planteado en el debate: que los dineros de la AFP son de los trabajadores. Por eso es de justicia darles acceso a aquellos de la forma más expedita a quienes están enfrentando las consecuencias del virus: es su plata, es su ahorro, es su salvación para poder comer, para pagar la casa, para pagar las deudas.
La gente quiere ayuda efectiva, tangible; no desea más deudas. ¿Y qué le está ofreciendo el Gobierno? Precisamente eso: más deudas, y bonos que no llegan a la gran mayoría de las personas.
Muchos hablan de que se está apoyando a los más vulnerables y a la clase media. ¿A la clase media? Pero si esa llamada "clase media" no recibe bonos, no recibe cajas de alimentos, no tiene beneficios, el banco no le da créditos: está fuera porque no cumple con los requisitos. Y la clase media está angustiada.
Es verdad, ellos tenían un muy buen pasar, recibían un buen ingreso; pero eso se acabó: el bienestar de la clase media es una de las primeras víctimas del coronavirus.
Y quiero compartir un pequeño ejemplo para ilustrar lo que digo.
Ayer me escribió una persona que me contaba que trabajaba a honorarios y ganaba un millón y medio de pesos mensuales, y que como gran noticia le llegó un correo electrónico del Servicio de Impuestos Internos en que le ofrecían entregarle tres cuotas de 615.801 pesos, las cuales deberá devolver en los próximos tres años. Él me señalaba que tiene dos hijos en la universidad que no acceden a la gratuidad y que por cada uno paga mensualidades cercanas a los 350 mil pesos. Además, tiene que pagar un crédito hipotecario de 500 mil pesos, cancelar cuentas, comprar alimentos y remedios. Termina contándome que su pareja también está cesante. Entonces, ¿cuál es la ayuda que le ofrece el Gobierno para esa situación? ¿Un crédito, el cual deberá pagar según la variación del IPC? ¿Esa es la solución que como país queremos ofrecer?
Por ello hemos impulsado y apoyamos este proyecto, porque es un caudal potente de ayuda, no es un cuentagotas con letra chica.
No nos confunde el poderoso lobby de las AFP con cartas y mensajes temerarios; no nos amedrenta la campaña del terror que han levantado los centros de pensamiento de la Derecha y algunos colegas Senadores que intentan instalar el fantasma del ya trillado "pan para hoy, hambre para mañana". Además, el pan para mañana sería ver reducidas las ya miserables pensiones en 5 mil o 6 mil pesos.
¡Por favor! La gente hoy no quiere perder sus casas; desea mantener sus proyectos y sus sueños. Por eso no cree este discurso tan trillado de la Derecha.
Esta es una emergencia; es una medida de sobrevivencia.
Yo me pregunto quién, cuando está en una emergencia, saca la calculadora y piensa si llama primero a los bomberos o a la policía. Estamos en un momento en que debemos actuar.
Para finalizar, señora Presidenta , quiero plantear unas reflexiones.
No son las AFP las que sostienen a Chile, sino que Chile es quien sostiene a las AFP. Los chilenos y las chilenas no son una estadística, no son un número, no son tampoco un margen de utilidad financiera: son personas de carne y hueso, son familias que ahora necesitan parte de sus propios fondos.
Por esa razón, cuando alguien se está ahogando no vitrinea salvavidas, sino que se aferra a lo primero que tiene a mano.
Por ello vamos a apoyar este proyecto. De eso es de lo que estamos hablando hoy día.
"
- bcnres:tieneTipoParticipacion = bcnres:Intervencion
- rdf:type = bcnres:Participacion
- rdf:type = bcnres:SeccionRecurso