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- rdf:value = " La señorita CARIOLA , doña Karol (Presidenta).-
Tiene la palabra la diputada Joanna Pérez .
La señora PÉREZ (doña Joanna).-
Señorita Presidenta, saludo por su intermedio a mis colegas y les deseo un buen año, y también a todo el país.
Espero que nos pongamos de acuerdo en las cuestiones importantes, que el día de mañana discutamos proyectos que conciten el apoyo del oficialismo, y que tengamos acá a los ministros entregando recursos.
Nunca más deberíamos apoyar proyectos que solo exigen al sector privado y no al público, porque, si queremos fortalecer la democracia, debemos hacerlo de verdad. No se puede entender que se pretenda reclamar contra el discolaje en una gran reforma al sistema político.
Por otro lado, se demuestra que Chile Vamos y el oficialismo sí pueden ponerse de acuerdo en eso, ¡pero no en pensiones! ¿Quién puede entender que, para ir contra votos díscolos, que incluso podrían estar acá, reclamen? Y somos nosotros, los famosos díscolos, quienes hemos dado los votos al gobierno para hacer pasar la reforma de pensiones, y probablemente van a estar golpeando nuestras puertas. ¡Basta de cinismo!
Me molesta este proyecto, que debió haber pasado por la Comisión de Gobierno Interior, pero resulta que se quiere ver en una comisión en que el oficialismo tiene mayoría.
Si queremos mejorar la democracia, hagámoslo de cara, de frente, de manera acorde, dando señales a los privados de que no solo queremos apretarlos a ellos y exigirles, mientras el sector público, que debería estar aquí representado por el gobierno, no pone ni un peso en este proyecto.
Seamos sinceros; si queremos mejorar la democracia, hagámoslo, pero muchos diputados pedimos un bono para quienes estuvieron dos días. Sí, era necesario estar esos dos días; podrá gustarles a algunos o no, pero lo dijimos también en la Comisión de Gobierno Interior.
De hecho, soy autora del proyecto de voto obligatorio, pero este gobierno ha estado al debe; trabajó de muy mala manera una reforma, y hoy, para las siguientes elecciones, ni siquiera tenemos la obligatoriedad del voto.
Esa es la forma en que este gobierno fortalece la democracia, pero, ¡por Dios!, llega a correr con acuerdos transversales bajo cuerdas con algunos sectores para eliminar el discolaje, que es lo que le molesta. Para generar acuerdos no se necesita un proyecto de ley, sino voluntad política, que, al menos en los espacios más centristas, en el socialismo democrático y en gran parte de la derecha, ha estado disponible. Ese es el llamado que hacemos al inicio de este año.
Este proyecto podría tener sentido en la medida en que nos hiciéramos cargo de grandes falencias que tienen el sistema democrático, el de los partidos políticos y el de resolución de conflictos.
¿Saben de dónde pueden sacar los recursos? Rebajando los montos que se les dan a los partidos políticos, los cuales reciben grandes cantidades por las pymes políticas y las pymes electorales que se arman para muchos.
Otros creemos en el fortalecimiento de los partidos. Probablemente, si un partido no trata bien a los suyos por pensar distinto y no tiene formas de resolverlo, debe hacerse cargo de esa situación, pero no tratando de amedrentarlos ni sacándolos con matonaje político.
¿Hay algo que mejorar? Sin duda. ¿Tenemos deudas? También las tenemos.
Entonces, si en este proyecto queremos considerar un bono del Estado, que es el ente que debería hacerse cargo, generemos que esos recursos provengan del financiamiento electoral.
¡Ahí hay recursos!
Si el gobierno estuviera presente, podría recoger propuestas. Si este proyecto hubiese pasado por la Comisión de Gobierno Interior, lo habríamos trabajado de manera transversal; pero ¡no!, pasó solo por la Comisión de Trabajo.
Hago un llamado a que aprobemos buenos proyectos, a que fortalezcamos la democracia y a que implementemos el voto obligatorio, que, en lo personal, considero que llegó a salvar al país, porque nunca más un 30 por ciento decidirá sobre el 70 por ciento de la ciudadanía, en todo aspecto, le guste a quien le guste.
Entonces, si vamos a abordar un proyecto real en materia de democracia, de partidos políticos, de financiamiento electoral y de discolaje, estamos disponibles, pero también es necesario que los partidos tengan obligaciones.
Necesitamos transparencia, mejores nombres, y que honremos el rol del servicio público. Sin embargo, eso hoy no está en el espacio, en el tapete, ni de proyectos ni de esta idea.
¿Estamos en deuda con quienes estuvieron desempeñándose como vocales durante dos jornadas? Sí. ¿El gobierno se puso al día con ellos? No.
La próxima elección será muy corta; por lo tanto, si vamos a trabajar en ello, hagámoslo en serio, no con un proyecto quizás mal abordado, porque no dispone de financiamiento para los miles de funcionarios públicos que se desempeñan incluso más de esos dos días, y que no reciben pago por horas extraordinarias. Es más, muchos de esos funcionarios han sido amedrentados por el propio gobierno.
Este proyecto se puede mejorar, pero creo que, así como está, todavía tiene muchas deficiencias.
He dicho.
"
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