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El señor GONZÁLEZ, don Rodrigo (Vicepresidente).-
Tiene la palabra el diputado Félix González .
El señor GONZÁLEZ (don Félix).-
Señor Presidente, todos deben recordar que antes se fumaba dentro de las salas de clases, en las micros, en los trenes; seguramente se fumaba en este mismo edificio. Eso se terminó, porque, evidentemente, el humo del cigarrillo afecta incluso a quienes no fuman, pues se enferman, y quienes fuman se enferman más.
Imagínense lo que queda en las colillas. Las colillas son productos tóxicos, son desechos tóxicos; pueden contaminar los cursos de los ríos, las playas, los lagos, en el contexto de la crisis climática y de la necesidad de cuidar el agua, los ecosistemas y el mar. Los ecosistemas costeros se ven perjudicados por los miles o decenas de miles de colillas que hay en cada cien metros de playa. Por eso, quiero hacer un reconocimiento a la diputada Carolina Marzán , que presentó uno de los dos proyectos, y también al diputado José Miguel Castro .
Uno de los proyectos apunta a obligar y asegurarse de que las colillas estén fabricadas con materiales biodegradables, porque estas no se pueden compostar, ni reciclar, ni reutilizar. Son productos tóxicos que nadie va a poner en una compostera. Por lo tanto, los fumadores y fumadoras tienen que hacerse cargo de ese desecho tóxico. A eso apunta ese primer proyecto.
El proyecto del diputado José Miguel Castro apunta directamente a impedir que se fume en las playas, para que no queden desechos tóxicos que irán a dar al mar y contaminarán las aguas.
Tenemos que preguntarnos cuál es la utilidad de las tabacaleras y qué beneficios entregan al país. Ninguno. Hay un gasto económico importante en familias de diferentes ingresos; hay enfermedades. También el Estado tiene que hacerse cargo del gran costo de atender esas enfermedades; se contaminan los ecosistemas, se ensucian las ciudades. Entonces, ¿cuál es el beneficio que da ese rubro al país? Ninguno; solo perjuicios.
Por eso, echo de menos dos cosas: una, que existan programas para quienes quieren dejar de fumar. Eso no existe con contundencia. Una persona que fuma se hace adicta a la nicotina; no se relaja al fumar. Ella dice que el cigarro la relaja, pero no: esa persona está en un estado de ansiedad por deprivación de nicotina, y cuando fuma, claro, se compensa.
Repito: el cigarrillo no produce relajo; todo lo contrario. Entonces, hay que abordar también el problema de cómo una persona que quiere dejar de fumar puede hacerlo.
Finalmente, no puedo dejar pasar algo que conversábamos con el diputado Rosas . En este tipo de proyectos hay apoyos transversales, y, de seguro, se va a aprobar por unanimidad; pero echamos de menos esa unanimidad cuando se trata de poner restricciones al gran empresariado, eliminar las termoeléctricas a carbón o modificar el Código de Aguas. Uno se pregunta por qué no se ponen ecologistas cuando se presentan esos temas que afectan a las comunidades que viven en zonas de sacrificio.
En consecuencia, invito a que en los próximos proyectos, en donde sí se afecta fuertemente a los grupos empresariales que están destruyendo la naturaleza y contaminando a las personas, a las comunidades y a los ecosistemas, también se sientan ecologistas y los voten favor.
He dicho.
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